Política

Un trimestre de crecimiento

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Un trimestre de crecimientolarazon

Tras las elecciones autonómicas de mayo, el PP ha iniciado una importante recuperación: ha subido 2,4 puntos, la mayor de todos los partidos. Al mismo tiempo, su principal rival, el PSOE, mejora también pero de un modo mucho menor: tan sólo 0,7 puntos. Mientras que los que pretendían derribar el bipartidismo, languidecen: Podemos queda en el 12,1% y Ciudadanos en el 10,4, según las últimas tres encuestas mensuales de NC Report para LA RAZÓN.

Pero incluso los barómetros trimestrales del CIS corroboran esta tendencia. Del segundo al tercer barómetro de 2015, la subida del PP es también de 2,4 puntos y la del PSOE de 0,6 puntos, mientras que Podemos retrocede 0,8 puntos y Ciudadanos 2,7 puntos porcentuales.

Tampoco los demás partidos consiguen avances importantes en estos últimos meses, por lo que las ganancias se están concentrando de forma significativa en el PP, el único partido que está consiguiendo transmitir la imagen de ser la única alternativa de gobierno fiable de cara a las elecciones de diciembre.

Las causas de la mejoría del PP las encontramos en los cambios realizados por el presidente Rajoy en las vicesecretarías del partido, la percepción generalizada del descenso en la corrupción política (en el último CIS la caída era de 4 puntos porcentuales) y en la reacción del electorado del PP, que vio las orejas al lobo en la noche del 24 de mayo.

Por otro lado, las dos principales razones del descenso del PP respecto a los resultados de 2011 han sido la abstención y el trasvase de votantes a Ciudadanos. Pero ya en el último mes los populares han rebajado el número de antiguos votantes que se pasarían a la abstención, de 2,1 millones a 2 millones. También han reducido las fugas a Ciudadanos que pasan de 1,5 a 1,3 millones en este mismo periodo.

Los populares han perdido desde noviembre de 2011 la importante cantidad de 3,1 millones de votantes. Su porcentaje de voto válido ha caído 12,5 puntos, al bajar del 44,6 al 32,1% y su grupo parlamentario se ha reducido de 186 a 138/141. Pero a pesar de estos datos sigue siendo la primera fuerza política nacional, tanto en número de votos como en escaños.

Precisamente, la recuperación del voto que antes marchaba a la abstención o a Ciudadanos es la forma de incrementar el peso electoral del PP. En el sondeo de agosto se constata que si el PP eliminara los trasvases de votantes a la abstención y a Ciudadanos recuperaría los resultados de 2011, con lo que revalidaría nuevamente la mayoría absoluta. No obstante, es muy difícil que en tres o cuatro meses logre el retorno del 100% de todos los desafectos, pero la tendencia demostrada es que mes a mes reduce estas fugas. Le bastaría conseguir la vuelta de sólo un tercio de todos los que le han abandonado para alcanzar el 36% del voto válido y rozar los 150 escaños que le permitirían poder construir alrededor suyo una mayoría parlamentaria con otras fuerzas afines.

Mientras, el PSOE no tiene más remedio que romper sus pactos municipales y autonómicos con la izquierda y nacionalistas para poder ganar credibilidad ante el electorado centrista. Los socialistas ya han conseguido su objetivo, llevar a las instituciones a la izquierda no constitucionalista y demostrar ante el electorado que no aportan realmente soluciones, por lo que la mediocre gestión de la izquierda alternativa de estos últimos meses tiene que reforzar al PSOE como única izquierda, aunque moderada, que puede gobernar de modo efectivo.

La caída de Podemos desde mayo también aconseja al partido morado a desentenderse de los socialistas para poder reconciliarse con su electorado más radical, que no perdona los acuerdos con el PSOE.