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Educo trabaja para reintegrar en el sistema educativo a los menores desplazados a causa de la violencia

Están expuestos a muchos tipos de violencia, con múltiples causas, como guerras, conflictos entre pandillas, tráfico de drogas o la trata de menores, entre otros. Cuando la situación se vuelve insostenible, huyen con sus familias a lugares más seguros, lo que implica que dejan de ir a la escuela
Están expuestos a muchos tipos de violencia, con múltiples causas, como guerras, conflictos entre pandillas, tráfico de drogas o la trata de menores, entre otros. Cuando la situación se vuelve insostenible, huyen con sus familias a lugares más seguros, lo que implica que dejan de ir a la escuelalarazonlarazon.es

Con motivo del Día Internacional de la Educación, que se celebró el 24 de enero, Educo recuerda que, cada año, millones de niños y niñas tienen que dejar la escuela por culpa de la violencia. Tal y como explica el responsable de Educación de Educo, Mikel Egibar, “aunque es difícil tener datos exactos debido al contexto en el que se producen las situaciones de violencia, sabemos que es una realidad que afecta a miles de niños. Están expuestos a muchos tipos de violencia, con múltiples causas, como guerras, conflictos entre pandillas, tráfico de drogas o la trata de menores, entre otros. Cuando la situación se vuelve insostenible, huyen con sus familias a lugares más seguros, lo que implica quedejan de ir a la escuela”.

Educo trabaja para que estos menores desplazados por estas causas en África, América Central y Asia puedan volver a estudiar y reivindica su derecho a una educación de calidad. Según la ONG, el hecho de no ir a la escuela aumenta el riesgo de que puedan sufrir más violencia. En este sentido, Egibar explica que “es habitual que, antes situaciones de crisis humanitarias, el derecho a la educación se considere como un derecho secundario, ya que no es de vida o muerte. Sin embargo, que niñas y niños no asistan a una escuela segura tiene muchos riesgos muy graves, y pueden convertirse en víctimas de diversos tipos de violencia, como los secuestros, los abusos sexuales, la trata, etc. Además, diversos estudios nos muestran que ellos mismos consideran que la educación es una prioridad en sus vidas incluso en tales situaciones de urgencia. Volver a estudiar les permite estar en un entorno seguro, recuperar una parte de su vida y sobrellevar el trauma vivido, así como disponer de nuevas expectativas y opciones de futuro. Hay que tener en cuenta que la falta de oportunidades educativas hace más difícil que puedan salir del círculo de pobreza e inestabilidad en el que viven”.

“Espero poder volver pronto a mi aldea”

El oeste de África es la región más pobre del planeta y una de las más afectadas por la llamada crisis del Sahel. Esta crisis tiene diversas causas, entre las que están la falta de recursos naturales agravada por el cambio climático, las tensiones entre comunidades, la proliferación de grupos terroristas y la poca presencia del estado. A causa de la inseguridad del área, cientos de miles de niños y niñas han tenido que huir, buscando un trabajo en casas, mercados y comercios en lugares más seguros para poder vivir.

Tiocoro tiene 14 años y vive en Malí. Tuvo que huir con sus padres de su aldea por culpa de la violencia. “Antes de que la situación empeorara, vivíamos tranquilos, jugaba a pelota con mis amigos, iba a la escuela todos los días sin preocuparme…. El año pasado, debido a la inseguridad, nos tuvimos que ir de la aldea”. Gracias al apoyo de Educo, ha retomado sus estudios. “Me gusta volver a estudiar, pero echo de menos estar en mi aldea y espero que podamos volver pronto a vivir allí”.

“Tuve que dejar la escuela por las amenazas de las maras”

En América Central, las pandillas o “maras” se dedican a la extorsión, el narcotráfico o el tráfico de personas, entre otros, generando una situación de violencia en toda el área e impidiendo a los niños y niñas llevar una vida normal.

En El Salvador, Fernanda, una adolescente de 15 años, tuvo que dejar la escuela porque presenció el asesinato de un miembro de su familia. “A mi madre le dio miedo que siguiera yendo a la escuela por las amenazas de las maras, sobre todo después de lo que había pasado”. Con esta, ya son tres las veces que Fernanda ha tenido que abandonar sus estudios por culpa de la violencia. “Yo quería seguir estudiando y me sentí mal al ver que no podía hacerlo. Ahora ya hace seis meses que no voy a la escuela”. Este año se reincorporará a los estudios gracias al apoyo de Educo y su programa de atención a las víctimas desplazadas por la violencia dentro del país. La ONG también trabaja para prevenir la emigración irregular a México y Estados Unidos, concienciando de los riesgos que supone esta práctica y también facilitando la vuelta a los estudios de los jóvenes que habían emigrado para que puedan acceder a un trabajo o sean capaces de crear una empresa en su país de origen.

“Quiero ser doctora, pero no sé si podré cumplir mi sueño”

En Cox’s Bazar, al sur de Bangladesh, miles de Rohingyas malviven en campamentos, hacinados, después de un duro viaje, huyendo de la violencia. Esta minoría ha sido atacada reiteradamente en los últimos años en Myanmar, un país que no reconoce los derechos del pueblo Rohingyas. La mayoría de las personas que han huido son mujeres, niñas y niños.

Mosharrofa tiene 12 años, forma parte de esta minoría y vive en el campo de refugiados de Cox’s Bazar. ”. A pesar de dedicar gran parte del día a las tareas del hogar, asiste a la escuela. “Quiero ser doctora, pero no sé si podré cumplir mi sueño”. Los padres de Mosharrofa las apoyaban en sus estudios en Myanmar y lo siguen haciendo ahora. Educo trabaja para que estos niños y niñas puedan tener espacios adaptados y seguros para la infancia, en los que jugar, compartir su experiencia y retomar sus estudios. Asimismo, lleva a cabo talleres en los que aprende sobre sus derechos. “Ahora soy más consciente de mi vida y mis derechos. He aprendido que los adultos tienen que cuidar de nosotros para que no seamos víctimas de la violencia.”.

*Los nombres de los testimonios están cambiados para preservar su seguridad. Por el mismo motivo, tampoco se especifica el nombre de los proyectos de los que forman parte ni la zona en concreto en los que se llevan a cabo.

Sobre Educo:

Educo es una ONG de cooperación global para el desarrollo, centrada en la educación y la protección de la infancia, que actúa en 13 países mediante proyectos en los que participan de 400.000 niños y niñas y más de 200.000 personas adultas.