Familia

El gluten, la palabra que está de moda.

¿Cuánto sabemos de él?

El tratamiento de la enfermedad celiaca día de hoy es una dieta sin gluten estricta y de por vida
El tratamiento de la enfermedad celiaca día de hoy es una dieta sin gluten estricta y de por vidaPixabay

El gluten es una proteína presente en muchos cereales como el trigo, la espelta, centeno, kamut y triticale. El gluten es el que da esponjosidad y elasticidad al pan, pero a nivel nutricional, es una proteína que no nos aporta mucho, es más bien pobre. Además es absolutamente prescindible en nuestra alimentación. Pero también es cierto que comemos muchas cosas que no nos aportan nada y que solo contienen calorías sin aporte nutricional.

Pero en este caso es gluten es especial ya que cada vez hay más personas con problemas de celiaquía diagnosticada, cada vez hay más personas con enfermedades autoinmunes, y cada vez más hay más personas intolerantes al gluten. La celiaquía es una enfermedad que tiene un componente genético, y que la persona que la sufre tiene dificultad para digerir la proteína, y le provoca inflamación de las mucosas del intestino delgado, pero que puede acabar provocando lesiones en otros tejidos.

Tenemos la creencia de que la celiaquía se detecta fácilmente y que desde que somos bebés ya deberíamos saberlo, pero en realidad no es así, en mi consulta me he encontrado con bastantes casos de mujeres que hemos descubierto con más de 30 años, que son celiacas, y que justamente era esta enfermedad la que les estaba provocando problemas de fertilidad y abortos repetidos.

Otra cosa distinta es la intolerancia al gluten, que no es celiaquía, sino intolerancia, y que no podemos detectarla a través de análisis clínicos ni de pruebas del sistema digestivo.

La forma de saber si una persona es intolerante es eliminar el gluten por completo durante un mes y revisar la sintomatología, si mejora, tendremos que sospechas que algo está ocurriendo, pero sobre todo, es al introducir el gluten un mes después de no tomarlo, cuando veremos si la persona es intolerante, porque le aparecerán de nuevo síntomas digestivos y molestias varias. En realidad, la mayoría de la sintomatología de la celiaquía es muy similar a la de una persona intolerante, la única diferencia es que la celiaquía se puede detectar con análisis y la intolerancia no.

Qué síntomas se pueden dar en personas con intolerancia al gluten o celiaquía:

Dolor abdominal, fatiga, migrañas, diarreas, falto abdominal, anemia, estreñimiento, confusión, sensación de desorientación, eccemas, erupciones cutáneas, acidez de estómago, náuseas e incluso vómitos, gases, ruidos intestinales, entumecimiento o dolor en las extremidades, depresión (sí, depresión).

Uno de los grandes problemas que se encuentran las personas que tienen estos síntomas es que pueden confundirse con otras patologías, y además, a nivel de análisis clínicos, normalmente se hace un estudio de anticuerpos en sangre y si da negativo, se da por concluido el tema. Pero en realidad para poder saber seguro que si hay celiaquía o una predisposición genética a tenerla, habría que hacer estudio genético y una biopsia de duodeno. Y no siempre se practican este tipo de análisis por el coste que conllevan.

Cada vez más, sabemos que el tener problemas con el gluten está asociado a nuestro sistema inmunológico, y la relación es muy sencilla.

En nuestro intestino albergamos más del 80% de nuestro sistema inmune, lo que significa que debemos de tener una pared intestinal perfecta para tener un sistema inmune perfecto.

Tenemos una células, llamadas enterocitos, que están unidos y que forman la barrera que separa el intestino del torrente sanguíneo, cuando los alimentos pasan por el intestino se produce la absorción de los nutrientes (gracias a los que vivimos) y si la pared intestinal está dañada (intestino excesivamente permeable), puede provocar una peor absorción de nutrientes, y por lo tanto muchos déficits de vitaminas, minerales… pero además, si esas células no están bien “selladas”, es decir, dejan pasar a la sangre alimentos no digeridos, microorganismos, toxinas… provocan una inflamación sistémica de bajo grado, y también está asociado a padecer más problemas autoinmunes, y según varios estudios científicos se ha visto que el gluten es una proteína difícil de digerir y que si pasa a sangre puede provocar alteraciones inmunológicas.

Con esto quiero decir que aún nos queda muchísimo por saber, por conocer y por descubrir, pero que sí sabemos que el intestino es una parte fundamental para nuestra salud, y si éste no funciona bien, ni nuestro sistema nervioso, ni nuestro sistema hormonal ni nuestro sistema inmune lo hará, y eso conllevará otras patologías asociadas.

Por tanto es importante saber si eres celíaco, pero también si eres intolerante, y sobre todo si tienes una enfermedad autoinmune, porque ella depende de tu pared intestinal y ésta dependerá si toleras o no el gluten. Y por desgracia, como decía antes, todavía no existen pruebas fiables para detectar si una persona es intolerante o no al gluten.

Otro tema son las modificaciones genéticas que han sufrido los cereales, especialmente el trigo, y que también tiene una repercusión en nuestro organismo. Que es otro tema polémico pero interesante, muy interesante.