Psicología

5 frases para manejar discusiones con adolescentes según la psicología

Aunque las discusiones con los hijos adolescentes son inevitables, existen herramientas que ayudan a transformar esos momentos en oportunidades de conexión

Niño enfadado no quiere escuchar a su padre
Niño enfadado no quiere escuchar a su padreKindel Media

La adolescencia suele estar rodeada de conflictos y tensiones familiares. Sin embargo, especialistas en psicología y educación aseguran que no se trata de una etapa temible, sino de un periodo de crecimiento que podemos aprender a comprender y acompañar. Aunque las discusiones con los hijos adolescentes son inevitables, existen herramientas que ayudan a transformar esos momentos en oportunidades de conexión.

La coach familiar Olivia Rodríguez comparte cinco frases clave que pueden salvar el diálogo en medio de una discusión fuerte con un adolescente.

1. Validar las emociones: “Lo que estás sintiendo también es importante para mí”

Escuchar y reconocer lo que el adolescente siente es fundamental. Con esta frase, transmitimos que sus emociones cuentan y que no están siendo ignoradas. Validar sus sentimientos fortalece el vínculo y evita que la rebeldía aumente.

2. Recordar el objetivo: “No se trata de ganar la discusión, se trata de que me encantaría entenderte”

Discutir no es una batalla. Esta frase muestra al adolescente que lo importante no es imponer la autoridad, sino comprender su punto de vista. Así se reduce la confrontación y se fomenta un diálogo más respetuoso.

3. Evitar consejos no solicitados: “¿Prefieres que solo te escuche o que te diga lo que pienso?”

Muchos conflictos surgen porque los padres dan soluciones cuando los hijos solo buscan desahogarse. Con esta pregunta, el adolescente se siente respetado y aprende que tiene derecho a decidir cómo quiere ser acompañado.

4. Hablar desde la calma: “Vamos a pausar esto un poco, prefiero decirlo bien y no desde el enfado”

Si la discusión se intensifica, detenerse es clave. Con esta frase se baja el tono y se transmite la intención de resolver desde el respeto. Además, enseña con el ejemplo la importancia de regular las emociones.

5. Priorizar la relación: “Estoy molesta por lo que ha pasado, pero tú me importas más que esta discusión”

Separar el enfado del vínculo es esencial. Con esta expresión, el adolescente entiende que el amor y la relación no dependen de los conflictos. Este mensaje protege su autoestima y refuerza la confianza mutua.

Las discusiones en la adolescencia son inevitables, pero con las frases adecuadas pueden convertirse en espacios de aprendizaje y conexión. Validar emociones, escuchar activamente y priorizar el vínculo son las claves que la psicología recomienda para fortalecer la relación entre padres e hijos en esta etapa.