
Salud
Proteger a los bebés del VRS podría reducir el riesgo de asma infantil, según un estudio
La interacción entre la infección por VRS en los primeros meses de vida y una predisposición genética a las alergias puede desencadenar una mayor sensibilidad respiratoria a largo plazo

Un nuevo estudio científico sugiere que evitar las infecciones graves por el virus respiratorio sincitial (VRS) en los primeros meses de vida podría disminuir significativamente la probabilidad de desarrollar asma durante la infancia. La investigación indica que los bebés que padecen cuadros severos por este virus común tienen un riesgo mucho mayor de sufrir asma, especialmente cuando existen antecedentes familiares de alergias.
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El trabajo, publicado en Science Immunology, señala que la interacción entre la infección por VRS en los primeros meses de vida y una predisposición genética a las alergias puede desencadenar una mayor sensibilidad respiratoria a largo plazo. El asma es una enfermedad crónica marcada por la inflamación y el estrechamiento de las vías respiratorias.
“Las primeras semanas de vida representan una fase especialmente delicada para el sistema inmunitario”, explicó Hamida Hammad, investigadora del Centro de Investigación en Inflamación (IRC) de VIB-UGent. Según la experta, un solo episodio viral en esta etapa temprana puede impactar la salud respiratoria durante años.
Un virus frecuente pero peligroso para los recién nacidos
Aunque el VRS suele provocar síntomas leves similares a un resfriado, puede ser grave en bebés menores de seis meses. En la Unión Europea, Noruega y Reino Unido causa unas 213.000 hospitalizaciones anuales en niños menores de cinco años.
Por su parte, el asma afecta al 5,7% de los ciudadanos de la UE, con cifras que varían del 1,5% en Rumanía al 9,4% en Finlandia, lo que convierte su prevención en una prioridad sanitaria.
Análisis de datos a gran escala y experimentos en laboratorio
Los científicos analizaron la salud de todos los niños nacidos en Dinamarca entre 1994 y 2018, complementándola con pruebas experimentales en ratones. Descubrieron que los recién nacidos hospitalizados por VRS tenían un riesgo tres veces mayor de ser diagnosticados de asma más adelante. Este riesgo aumentaba si los padres padecían asma.
Los experimentos mostraron que las infecciones virales tempranas pueden desencadenar cambios inmunitarios que vuelven a los bebés más sensibles a alérgenos comunes, como los ácaros del polvo. Además, los anticuerpos que las madres alérgicas transmiten a sus hijos también incrementarían esta vulnerabilidad.
Implicaciones para la vacunación contra el VRS
Según los autores, los resultados respaldan la importancia de la vacunación frente al VRS como estrategia para mejorar la salud respiratoria a largo plazo. “Si evitar la infección por VRS reduce también la incidencia de asma, el beneficio para las familias y los sistemas sanitarios sería enorme”, señaló Bart Lambrecht, director científico del IRC.
En 2023, la UE autorizó la primera vacuna para proteger a los bebés de hasta seis meses. Administrada durante el embarazo, permite que la madre transfiera anticuerpos al feto. Bélgica, Francia, Luxemburgo y Eslovenia ya recomiendan su aplicación, aunque la tasa de aceptación aún es desigual.
Lambrecht añade que este es un punto clave para la convergencia entre ciencia, políticas sanitarias y pediatría, con el objetivo de reforzar la prevención y reducir el impacto del asma infantil.
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