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Educación

El truco de un profesor para que tu hijo pase de no estudiar nada a esforzarse

Fernando Alberca, reconocido por sus aportes en el ámbito educativo, ha revelado un método sencillo y eficaz para motivar a los estudiantes que se resisten a estudiar

Niño estudiando Gustavo Fring

El pedagogo Fernando Alberca, reconocido por sus aportes en el ámbito educativo, ha revelado un método sencillo y eficaz para motivar a los estudiantes que se resisten a estudiar. Su propuesta se basa en cambiar la forma en la que los alumnos enfrentan el aprendizaje, dejando de lado pensamientos negativos para adoptar una actitud más positiva.

Según Alberca, muchos niños y adolescentes comienzan a estudiar con frases como “esto no hay quien lo entienda”. Ese tipo de ideas limita su concentración y les hace más difícil avanzar. La solución, afirma el experto, está en reemplazar esas creencias por afirmaciones constructivas como “voy a aprender esto” o “soy capaz de lograrlo”. Este simple cambio de mentalidad prepara al cerebro para rendir mejor.

La importancia de la motivación y la constancia

El pedagogo también alerta sobre la caída de la capacidad de atención: en los años 80 un estudiante podía concentrarse hasta 20 minutos seguidos, mientras que hoy apenas alcanza 18 segundos. Para combatir esta dispersión, aconseja que los alumnos recuerden por qué estudian y para quién lo hacen: ya sea para cumplir una meta personal, alcanzar un sueño o satisfacer a alguien importante en su vida.

Valorar el esfuerzo diario como parte del éxito

Otro de los pilares del método de Alberca es reconocer el esfuerzo como un logro en sí mismo. Incluso las tareas más simples, como hacer la cama, fortalecen la disciplina y la autoestima. “No importa lo que hagas, sino quién lo hace. El que hace la cama es quien gana, no la cama”, explica.

Cómo ayudar a tu hijo a mejorar su rendimiento escolar

La combinación de pensamientos positivos, persistencia y reconocimiento del esfuerzo puede transformar la relación de los estudiantes con el estudio. Con estas estrategias, padres y profesores pueden fomentar una actitud más saludable hacia el aprendizaje y, como consecuencia, mejorar el rendimiento académico.