Varios centenares de Mossos D’ Esquadra estarán «infiltrados» en las gradas del Camp Nou, como unos aficionados más, para tratar de evitar que incontrolados, que hayan podido acceder al estadio, protagonicen incidentes o traten de saltar al campo durante el clásico del próximo día 18, según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación.

Las prioridades que se ha marcado el cuerpo policial para el Clásico son dos: que ambos equipos y los árbitros puedan acceder y abandonar el estadio sin problemas; y que no se produzcan incidentes durante el encuentro dada su trascendencia mediática.

La actitud de los Mossos D’Esquadra no ha cambiado y se va a guiar, en lo que se refiere a la seguridad de todo lo que rodea a la celebración del partido entre el Barcelona y Real Madrid, por los criterios de profesionalidad y proporcionalidad ante posibles alteraciones del orden público. La próxima semana quedarán ultimados los detalles del dispositivo que se va a montar para que todo se desarrolle con normalidad.

Los responsables de los distintos cuerpos policiales, en especial los Mossos y los encargados del mantenimiento de la seguridad dentro del campo, son conscientes de que se va a intentar utilizar mediáticamente este encuentro por su trascendencia internacional. Y van a poner los medios para evitar cualquier incidente que, además, podría acarrear duras sanciones para el club en función de la gravedad. «Al final de la Liga, son muy pocos los equipos a los que les sobran los puntos, por lo que el deseo de todos los implicados deportivamente en el acontecimiento desean que se desarrolle con total normalidad», agregaron.

Como ha ocurrido en los últimos meses, la Policía Nacional estará preparada por si hay que apoyar a los Mossos. «Nada ha cambiado –insistieron– y el mantenimiento del orden público va a ser la prioridad».

Es cierto que Tsunami Democràtic lleva ya algunas semanas «calentando el ambiente», pero los expertos llaman la atención sobre el tono que utilizan y que no tiene nada que ver con el que se observó durante las gravísimos disturbios habidos en Cataluña. El Barcelona es uno de los emblemas del catalanismo y hacer algo que le pudiera perjudicar deportiva o gubernativamente sería algo así como tirar piedras contra el propio tejado y echarse encima a gran parte de la opinión pública. Sin embargo, todo es posible y llama la atención que Tsunami hable de lo que va a hacer fuera del campo y no se refiera al partido en sí mismo. Pueden estar ocultando algo. Se da como inevitable que aparezcan pancartas, banderas y se intente algún tipo de «mosaico». Tal y como adelantó LA RAZÓN, la virulencia de las protestas ha disminuido nada más empezar las negociaciones entre el PSOE y los secesionistas para la investidura de Pedro Sánchez.