
Historia
Así es el castillo indestructible de Galicia: la fortaleza que desafió a la historia y sobrevivió a la gran revuelta medieval
Construido en el siglo XIV, esta imponente fortaleza no solo desafió el paso del tiempo, sino que fue la única en Galicia que resistió la Gran Guerra Irmandiña

El castillo de Pambre, ubicado en el municipio lucense de Palas de Rei, se erige como uno de los mejores ejemplos de arquitectura militar medieval en Galicia. Esta imponente fortaleza, construida en el siglo XIV por Gonzalo Ozores de Ulloa, ha sobrevivido al paso del tiempo y a eventos históricos de gran relevancia, como las Revultas Irmandiñas del siglo XV. Hoy en día, tras un largo período de abandono, ha sido restaurado y abierto al público, consolidándose como un referente patrimonial y turístico de la región.
Una fortaleza inexpugnable
Mandado construir en torno al año 1375, el castillo de Pambre se alza sobre un altozano rocoso en un entorno estratégico, rodeado por los ríos Pambre y Ulla. Esta ubicación natural reforzaba sucapacidad defensiva, complementada por su estructura de planta cuadrangular, con una torre del homenaje central y cuatro torres menores en cada esquina, todas ellas unidas por una muralla almenada. La muralla exterior, de diseño irregular para adaptarse al terreno escarpado, presenta muros de hasta 2,5 metros de grosor, construidos en mampostería y sillería de granito.
Uno de los elementos más destacados del castillo es su torre maestra, una imponente estructura de tres plantas con muros de 11 metros de altura. En su interior, aunque muchas estancias han desaparecido con el tiempo, aún se pueden apreciar vestigios arquitectónicos como un ventanal gótico con arcos ojivales y los restos de un antiguo puente que conectaba con la muralla exterior. Además, en el recinto amurallado se conserva un hórreo de grandes dimensiones y una capilla románica dedicada a San Pedro, que data del siglo XII y sirvió como iglesia parroquial hasta el siglo XVIII.
Superviviente de la Gran Guerra Irmandiña
El castillo de Pambre se convirtió en un testigo clave de la historia gallega al resistir la Gran Guerra Irmandiña (1467-1469), un levantamiento popular contra la nobleza feudal que tuvo como objetivo la demolición de fortalezas consideradas símbolos de opresión. A diferencia de otros castillos, que fueron destruidos por los irmandiños, Pambre logró mantenerse en pie, consolidando su reputación como una de las fortalezas más inexpugnables de Galicia.
Tras este episodio histórico, la fortaleza pasó por distintas manos nobiliarias, entre ellas la familia Monterrey, y desempeñó funciones de custodia del Camino de Santiago y de cobro de impuestos. Sin embargo, con el declive del poder feudal y el descenso del tráfico jacobeo tras la Reforma Protestante, el castillo fue perdiendo importancia militar y se transformó en un centro de explotación agraria.

De la ruina a la recuperación
Durante el siglo XX, Pambre cayó en un profundo estado de abandono, al punto de que su estructura estuvo en riesgo de derrumbe. En 2012, la Xunta de Galicia lo adquirió a una hermandad religiosa que había sido su última propietaria y comenzó un ambicioso proyecto de rehabilitación. Las labores de restauración permitieron recuperar gran parte de su esplendor y garantizar su seguridad estructural, convirtiéndolo en un espacio accesible para el público.
Actualmente, el castillo alberga una exposición permanente que contextualiza su historia y su relevancia dentro del patrimonio gallego. Además, es escenario de eventos culturales como la "Noite Irmandiña", una celebración anual que rememora su pasado medieval a través de representaciones históricas y actividades lúdicas.
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