Turismo

Así es el impresionante faro de Galicia convertido en un hotel de lujo sobre el mar

Entre acantilados y recuerdos, Faro Silleiro abre como un establecimiento inolvidable en un entorno difícil de igualar

Faro Silleiro (Baiona, Pontevedra).
Faro Silleiro (Baiona, Pontevedra). Turismo de Galicia

El ruido del Atlántico y la silueta de las Cíes sobre el horizonte dibujan el escenario de un faro que, desde ayer, se ha transformado en uno de los hoteles más singulares de Galicia.

El antiguo Faro Grande de Cabo Silleiro, en Baiona, ha sido inaugurado oficialmente como un hotel de lujo que combina historia, arquitectura y sostenibilidad. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, participaba en un acto en el que destacaba el proyecto como "un símbolo de Galicia orgullosa de su identidad, que apuesta por la recuperación del patrimonio y que sabe crecer sin perder el alma".

La intervención, que ha contado con un apoyo de cerca de 578.000 euros procedentes de los fondos europeos Next Generation, culmina un proceso iniciado en 2021 y se enmarca en una estrategia más amplia de promoción del turismo sostenible, la cohesión territorial y la valorización del entorno rural.

El Hotel Faro Silleiro se sitúa, además, en un enclave clave del Camino Portugués por la Costa, el tercer itinerario más transitado del Camino de Santiago, que recibió en 2024 más de 75.000 peregrinos.

Confort y 16 habitaciones

El nuevo alojamiento mantiene intacta la esencia del faro original, cuya linterna seguirá activa como guía marítima, mientras que su interior ha sido transformado en un espacio de confort y exclusividad.

Las 16 habitaciones, distribuidas en dos plantas y con vistas privilegiadas, han sido diseñadas respetando la estructura original de piedra y la emblemática escalera de caracol. Siete de estas estancias están adaptadas para personas con movilidad reducida.

Alfonso Rueda en la inauguración del nuevo hotel.
Alfonso Rueda en la inauguración del nuevo hotel. Xunta

Entre los espacios comunes destacan un vestíbulo de recepción, un salón con chimenea, un restaurante-bar y una terraza panorámica de 138 metros cuadrados que promete ser uno de los rincones más fotografiados del litoral gallego. La torre del faro, como joya arquitectónica, ejercerá de nexo entre el pasado y el presente de este lugar cargado de memoria.

Turismo sostenible

Este nuevo hotel se suma al ya rehabilitado Faro Pequeño, a apenas 500 metros, hoy convertido en la Taberna Atlántica, un restaurante con vistas inmejorables que rescató del abandono a una construcción que llevaba décadas en ruinas. Juntos, los dos faros tejen una narrativa única que conjuga la historia marítima de Galicia con una apuesta firme por un modelo turístico desestacionalizado, rentable y sostenible.

Durante su intervención, Rueda subrayó el impacto del turismo en la economía gallega, que representa el 11% del PIB y genera más de 130.000 empleos, y recordó que la Xunta destinará en 2025 más de 20 millones de euros en líneas de ayudas al sector. “Este hotel es fruto del trabajo bien hecho y de una buena planificación”, concluyó.