
Camino de Santiago
Así es la ruta a Compostela que recorre la Cornisa Cantábrica
El Camino del Norte, con más de mil años de historia, suma un nuevo hito en Bilbao que refuerza la colaboración entre Galicia y Euskadi para preservar su legado y proyección

El Camino del Norte, una de las rutas más antiguas del Camino de Santiago, atraviesa la Cornisa Cantábrica ofreciendo a los peregrinos un viaje que mezcla mar, cultura, historia y espiritualidad. Comenzando en Irún o San Sebastián, la ruta, que recorre País Vasco, Cantabria y Asturias antes de adentrarse en Galicia, suma unos 800 kilómetros que, durante siglos, han sido testigos del tránsito de miles de peregrinos que llegan desde el norte de Europa, y que hoy vuelven a ganar protagonismo.
Este jueves, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, participó en Bilbao en un acto simbólico que refuerza esta herencia compartida: la inauguración de un nuevo mojón del Camino de Santiago en el itinerario del Camino del Norte. La señal, situada junto a la Basílica de Begoña, marca un nuevo punto de referencia para los peregrinos y representa, en palabras del mandatario gallego, “los kilómetros, el esfuerzo, los días y las experiencias que suponen hacer el Camino”.
Durante el acto, celebrado con motivo del décimo aniversario de la declaración del Camino del Norte como Patrimonio Mundial por la UNESCO, Rueda destacó el valor simbólico del nuevo hito como ejemplo de cooperación entre territorios. Subrayó que este itinerario es una de las expresiones más vivas y transformadoras del patrimonio cultural europeo, “con un trasfondo espiritual, de conocimientos y de revitalización económica” que conecta tradición y modernidad.
La ruta, que en 2024 ya superó los 20.000 peregrinos (más del 53% procedentes del extranjero), es cada vez más apreciada por quienes buscan una alternativa menos masificada que el Camino Francés. Desde las playas de San Sebastián y los museos de Bilbao, pasando por los acantilados cántabros, las montañas asturianas o los pueblos medievales gallegos como Mondoñedo, el Camino del Norte ofrece un recorrido por algunos de los paisajes más atractivos del norte peninsular.
El tramo final puede realizarse desde Vilalba para aquellos que quieran obtener la Compostela a pie, o desde Navia en el caso de los peregrinos en bicicleta, cumpliendo así los requisitos mínimos establecidos por la Oficina del Peregrino.
El Xacobeo 2027
Alfonso Rueda aprovechó su intervención para agradecer la implicación del Gobierno vasco en la mejora de la experiencia de los caminantes y para defender la necesidad de una implicación más activa por parte del Gobierno central. En especial, reiteró la petición de que se articulen exenciones fiscales para las empresas que colaboren con la organización del próximo Año Santo 2027.
En este sentido, el presidente de la Xunta defendió un modelo turístico sostenible, respetuoso con el territorio y coherente con los valores del Camino: hospitalidad, esfuerzo, reflexión y encuentro. Frente a prácticas masificadoras y discursos contrarios al espíritu xacobeo, apostó por un Camino que una pueblos y personas, culturas y generaciones.
Un pasado con raíces europeas
El Camino del Norte fue una de las primeras rutas jacobeas reconocidas desde el siglo IX, y durante la Edad Media tuvo una intensa actividad peregrina, especialmente entre viajeros procedentes de Escandinavia, Inglaterra, Flandes y Alemania. Muchos llegaban por mar a los puertos del Cantábrico antes de continuar su andadura a pie hacia Compostela, haciendo incluso parada en Oviedo para venerar las reliquias de San Salvador y enlazar con el Camino Primitivo.
La ruta se une al Camino Francés en la localidad de Arzúa, a tan solo un par de jornadas de la meta final en la Praza do Obradoiro. Allí, donde confluyen caminos y emociones, culmina un trayecto que, más que un viaje físico, puede terminar siendo una transformación interior, al ritmo del norte y con el viento del Cantábrico de fondo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar