Asesinato

Crimen de Elisa Abruñedo: el jurado declara culpable al autor confeso diez años después

Considera probado que la víctima fue violada y asesinada con tres puñaladas tras ser arrastrada a una zona boscosa sin posibilidad de defensa

A CORUÑA, 26/06/2025.- Momento de la lectura del veredicto de Roger Serafín, este jueves en A Coruña. El jurado popular ha declarado culpable de asesinato y violación al acusado del crimen de Elisa Abruñedo, que había confesado tras su detención diez años después de la agresión, aunque buscaba una condena menor. La Sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido este jueves la lectura del veredicto tras el juicio contra Roger Serafín Rodríguez (I), hoy de 51 años, por la agr...
El acusado, durante el juicio. Moncho FuentesAgencia EFE

El Tribunal del Jurado ha declarado por unanimidad culpable de asesinato y agresión sexual a Roger Serafín Rodríguez, el hombre que confesó el brutal crimen de Elisa Abruñedo, que fue detenido una década después de perpetrarlo. La agresión, cometida el 1 de septiembre de 2013 en el municipio coruñés de Cabanas, quedó durante años envuelta en el misterio hasta que una meticulosa investigación de la Guardia Civil permitió desenmascarar al asesino.

Durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de A Coruña, tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares, en representación de los dos hijos de la víctima, solicitaron más de 30 años de prisión para el acusado.

El Ministerio Público reclamó 32 años por los delitos de asesinato y violación, mientras que las acusaciones particulares elevaron la petición a 37 años, al incluir agravantes como alevosía, ensañamiento, abuso de superioridad y violencia de género.

La defensa, por su parte, reconoció la agresión sexual, pero trató de rebajar la calificación del crimen a homicidio, alegando que el acusado no era plenamente consciente de sus actos.

Veredicto unánime

Sin embargo, el veredicto del jurado fue firme: todos los miembros coincidieron en que los hechos fueron un asesinato premeditado con un claro componente de violencia sexual.

En su confesión inicial, realizada al ser detenido en 2023, Roger Serafín Rodríguez reconoció haber asaltado a la víctima por la espalda mientras esta paseaba al anochecer, llevándola a una zona boscosa, sin visibilidad desde la carretera. Allí la violó y posteriormente la atacó con un cuchillo de caza, propinándole tres puñaladas mortales en cuello, pulmones y corazón, según detallaron los forenses.

El crimen, según el tribunal, fue sorpresivo y no dejó a la víctima posibilidad alguna de defensa. Elisa, que tenía 46 años, fue hallada en un lugar aislado que el acusado había elegido deliberadamente para ocultarse. El jurado consideró acreditado que la víctima estaba ya "vencida" tras la agresión sexual cuando fue apuñalada, lo que refuerza la aplicación de la agravante de alevosía.

La investigación que permitió resolver el caso fue una de las más complejas de los últimos años en Galicia. La Guardia Civil apenas contaba con algunos restos de ADN, que apuntaban a un hombre pelirrojo, y con la pista de un vehículo Citröen ZX. Aunque se tomaron muestras genéticas a decenas de personas vinculadas a la batida de caza que tuvo lugar aquel día, el autor del crimen, miembro de la entidad organizadora, no participó en ella, lo que dificultó su identificación.

Ocho años después, los agentes lograron relacionar el perfil genético con una rama lejana de la familia Fonticoba, lo que acabó conduciendo hasta los Rodríguez. Al cruzar este apellido con la propiedad de un Citröen ZX, el cerco se cerró sobre Roger Serafín Rodríguez. Sus redes sociales mostraban que era cazador, lo que reforzó la sospecha.

Temiendo que huyera, los agentes decidieron obtener de forma indirecta una muestra de ADN. Como el sospechoso no fumaba, optaron por limpiar la manilla de su coche, de donde extrajeron restos biológicos que confirmaron su implicación. Fue detenido en su domicilio en Narón.

Sin justificación

Durante el juicio, Rodríguez optó por no declarar, reservando su única intervención para el turno de última palabra. En ese momento expresó que no entendía lo que había hecho y que ese “momento puntual” no representaba su forma de ser ni su vida previa. “No hay forma de justificar esto, ni yo mismo puedo”, afirmó, sin llegar a pedir perdón a los familiares de Elisa Abruñedo, que habían exigido una disculpa por su parte.

El jurado contestó afirmativamente a los 14 puntos del objeto del veredicto, reflejando una postura unánime sobre la culpabilidad del acusado. La sentencia, que deberá dictarse próximamente, está pendiente de ser redactada. Mientras tanto, la defensa ha anunciado que estudiará la posibilidad de recurrir el fallo.