Turismo e historia

Esta es la ciudad gallega recomendada por la revista Viajar para una escapada termal este otoño

Famosa por sus aguas termales y su encanto urbano, es una parada imprescindible para quienes buscan relax y cultura en plena Galicia

Termas de A Chavasqueira.
Termas de A Chavasqueira. Turismo de Ourense

Un vapor blanco se eleva pausadamente entre las piedras centenarias, envolviendo la plaza en un aura de misterio. El agua caliente que brota del subsuelo dibuja siluetas de bruma en el aire frío de la mañana de otoño. Ninguna ola del Atlántico llega hasta aquí, pero de todas formas el agua define su forma de ser: un espacio en el que el mar ha sido sustituido por manantiales termales que llevan siglos regalando historias bajo la tierra.

La revista Viajar ha puesto su mirada en una urbe del norte de España que, sin mar, vive consagrada al agua. En otoño, este enclave se convierte en capital termal por excelencia, un lugar donde los vapores minerales se mezclan con el bullicio urbano, los paseos junto al río y el rumor de las fuentes. Fundada por los romanos y célebre por sus manantiales ardientes, conjuga patrimonio, bienestar y gastronomía en un mismo mapa de piedra y calor.

Para quienes buscan descanso, ofrece una mezcla singular: bonita arquitectura, un atractivo casco viejo y la sensación de que cada fuente cuenta su propia leyenda.

La ciudad no es otra que Ourense, la única capital gallega sin costa, que compensa esa ausencia con una riqueza termal extraordinaria. Su propio nombre, según algunos, deriva de las aquae urente, las “aguas que arden”, aunque otros lo vinculan al aurum romano, el oro que se extraía en estas tierras. Ambas versiones coinciden en algo: la historia de Ourense está íntimamente ligada a los dones del subsuelo.

Catedral
CatedralWikipedia

As Burgas, el corazón termal de la ciudad

En pleno centro histórico, el conjunto termal de As Burgas encarna como ningún otro esa fusión entre agua y memoria. De sus tres fuentes brotan caudales que se aproximan a los 70 grados, alimentando una piscina pública de casi 200 metros cuadrados donde el baño se mantiene en torno a los 40 ºC. Vecinos y visitantes se sumergen rodeados de piedra centenaria, mientras una sala interpretativa cercana revela los secretos científicos y mitológicos de estas aguas que ya disfrutaban los romanos.

Pero la experiencia no acaba en el casco viejo. A orillas del río Miño, un paseo fluvial conecta distintas zonas de baño al aire libre: desde las pozas gratuitas hasta complejos termales como A Chavasqueira, Muíño da Veiga, Outariz o la Burga de Canedo. Cada manantial ofrece una personalidad distinta, fruto de la combinación de minerales —calcio, magnesio, azufre o sodio— y de temperaturas que en algunos puntos superan los 70 grados.

Legado de piedra y agua

Pero en Ourense hay vida e historia más allá de las termas. La herencia romana sigue latiendo en el Ponte Vella, o Puente Romano, una de las estructuras más simbólicas de la ciudad, reconstruida en la Edad Media para seguir uniendo las dos orillas del Miño. Desde ese punto comenzó a crecer la urbe que hoy conserva un impresionante patrimonio.

Plaza de la Magdalena
Plaza de la MagdalenaTurismo de Galicia

En la Ciudad Vieja se levanta la Catedral de San Martiño, consagrada en 1188 y reconocible por su majestuoso Pórtico do Paraíso y su torre del reloj del siglo XVI. A pocos pasos, el claustro gótico del antiguo convento de San Francisco, con sus 63 arcos apuntados, ofrece un remanso de silencio y belleza.

La Praza Maior, con su suelo en pendiente, único en España, sigue siendo el corazón social de Ourense, rodeada de soportales centenarios y cafés donde el tiempo parece discurrir más despacio. Desde allí, un laberinto de calles medievales conduce a templos barrocos como el de Santa Eufemia, o a rincones donde se mezclan el murmullo del agua, la piedra y el vino.