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Peregrinación

Esta es la ruta a Compostela que se recorre por el mar siguiendo los pasos del Apóstol

El trayecto revive el último viaje de sus discípulos en una peregrinación por aguas gallegas que acoge el único Via Crucis marítimo del mundo

Puerto pesquero de Ribeira. Concello

El Camino de Santiago tiene muchas sendas, pero sólo una transcurre sobre el vaivén del mar, entre redes de memoria y espuma, siguiendo la estela de una embarcación legendaria. Es la Ruta Marítimo-Fluvial del Mar de Arousa y Río Ulla, el único itinerario jacobeo que emula el viaje que, según la tradición, realizó el cuerpo del Apóstol Santiago tras su martirio en Palestina hasta llegar a Galicia. Un trayecto sagrado que transforma cada ola en oración y cada puerto en testigo de una historia milenaria.

Cuentan que en el año 44 d.C., los discípulos Teodoro y Anastasio embarcaron en Jaffa con los restos del Apóstol y, tras una singladura prodigiosa, alcanzaron los confines del mundo entonces conocido: Galicia.

La barca de piedra que transportaba a Santiago entró por la ría de Arousa y remontó el río Ulla hasta llegar a Padrón. Allí, amarraron la nave a un ara romana -el pedrón- que aún se conserva en la iglesia local. Ese mismo pedrón, convertido en piedra fundacional de la tradición jacobea, marca hoy el final simbólico de esta ruta singular.

De las aguas al altar

Esta travesía marítima comienza en los puertos de Ribeira (A Coruña) y O Grove (Pontevedra), y recorre unas 40 millas náuticas hasta Pontecesures y Padrón. Después, todavía queda la última etapa, ya a pie: unos 25 kilómetros por el Camino Portugués hasta la tumba del Apóstol en Santiago de Compostela.

Costa de San Vicente, O Grove (Pontevedra). Wikipedia

Es un viaje que no solo exige cuerpo y rumbo, sino también alma y recogimiento, pues cada puerto, cada cruceiro de piedra que jalona la ría, invita a la contemplación.

Estos cruceiros son, de hecho, otra de las singularidades del Camino por mar. Desde 1965, cuando se organizó el primer remonte oficial bajo el auspicio del cardenal Quiroga Palacios, se fueron instalando hasta 17 cruceros pétreos a lo largo de las orillas. Son las estaciones de un Vía Crucis marítimo, el único del mundo.

Una peregrinación viva

La recuperación de la ruta, en pleno siglo XX, se debió al empeño de personas como José Luis Sánchez-Agustino y al impulso de los municipios bañados por las aguas del Arousa y el Ulla.

En 1999, se creó la Fundación Ruta Xacobeo do Mar de Arousa e Ulla, que agrupa a 22 ayuntamientos gallegos, desde Boiro hasta Santiago, pasando por Vilagarcía, Catoira, Illa de Arousa, Valga o Rianxo.

Sendero azul Sanxenxo – Portonovo.Turismo de Sanxenxo

Hoy, quienes optan por esta vía pueden hacerse con la Cartilla de Navegación, un cuaderno de sellos similar a la credencial tradicional. Para obtener el diploma que acredita la peregrinación -la Traslatio Xacobea, es preciso sellar el cuaderno en los puertos de salida y, al menos, en otros dos puntos: uno en la ribera norte (provincia de A Coruña) y otro en la ribera sur (provincia de Pontevedra). En Padrón, el viajero obtiene los últimos sellos necesarios antes de embarcarse en la etapa final hacia Santiago.

Historia, paisaje y mística

Además de su carga simbólica, la Ruta del Mar de Arousa y Río Ulla es una experiencia visual. El peregrino navega entre mejilloneras, islas, riberas y pueblos marineros donde el tiempo parece anclarse. Durante los meses de verano, varias empresas ofrecen travesías en catamarán, permitiendo a grupos de caminantes y curiosos completar el trayecto al ritmo pausado del oleaje.

Muchos peregrinos combinan esta ruta con la llamada Ruta del Padre Sarmiento, un itinerario terrestre que recorre Sanxenxo, O Grove, Cambados o Vilagarcía antes de enlazar con el tramo marítimo. Fue el camino seguido por el sabio benedictino en el Año Santo de 1745, y hoy permite conocer en profundidad la comarca de O Salnés.