Hemos sido estafados: las aceitunas negras no son lo que parecen

En un reciente video de Instagram, Gema Navarro, más conocida como "Tu_nutripedia", ha encendido las alarmas de muchos consumidores al revelar un dato sorprendente: las aceitunas negras que encontramos comúnmente en los supermercados no son lo que parecen. Según la divulgadora de nutrición, muchas de estas aceitunas no tienen su color característico de manera natural, sino que han sido alteradas artificialmente.

Navarro explica que a estas aceitunas se les aplica un químico conocido como gluconato ferroso (E579), una sustancia que les otorga ese tono negro intenso que conocemos. Aunque este aditivo está aprobado para el consumo humano y no representa un riesgo para la salud, no aporta ningún valor nutricional y se usa únicamente con fines estéticos. En su publicación, la nutricionista detalla cómo este tratamiento engaña a los consumidores, haciéndoles creer que están comprando un producto natural, cuando en realidad están adquiriendo aceitunas verdes que han pasado por un proceso químico para cambiar su apariencia.

El uso del gluconato ferroso (E579) en aceitunas

• Coloración: El gluconato ferroso reacciona con los compuestos fenólicos presentes en las aceitunas, promoviendo el oscurecimiento de su color. Esto es importante en el proceso de curado y conservación de las aceitunas.
• Estabilidad: Además de proporcionar un color más atractivo, ayuda a estabilizar el color negro de las aceitunas, mejorando su apariencia y prolongando su vida útil en el mercado.
• Propiedades Antioxidantes: En algunos casos, el gluconato ferroso puede actuar como un antioxidante, ayudando a prevenir la oxidación de las aceitunas y mejorando su frescura.

Gema también anima a leer las etiquetas con detenimiento y optar, cuando sea posible, por productos menos procesados y sin aditivos. Este video viral ha acumulado miles de reproducciones y comentarios de usuarios que comparten su asombro y buscan alternativas más auténticas para sus mesas.