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Platos
La mejor ensaladilla rusa de España se prepara en un restaurante casi 'escondido' de esta ciudad
Ya se conoce el local ganador de esta categoría en el festival 'Gastronomika 2024' de San Sebastián
La ensaladilla rusa, paradójicamente, ni es una ensalada ni se inventó en Rusia, al menos la versión que preparamos aquí... pero hay que ver lo bueno que está. En el resto de países, se la suele llamar 'olivié', en honor a su inventor, Lucien Olivier, un cocinero belga-francés cuya receta ganó muchísima popularidad en el Imperio Ruso a mediados del siglo XIX.
En cuanto a considerarla o no una ensalada, hay cierta controversia, ya que es un término que agrupa preparaciones muy extensas. La segunda acepción que recoge el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española), lo define como "mezcla confusa de cosas sin conexión", por lo que cualquier cosa podría encajar en esta idea. Sin embargo, la primera de las acepciones deja un poco más de claridad, si bien tampoco demasiada: "Hortaliza o conjunto de hortalizas mezcladas, cortadas en trozos y aderezadas con sal, aceite, vinagre y otros ingredientes".
El tomate, siendo puristas, no es una hortaliza, sino una fruta. Sin embargo, existen las ensaladas de tomate, y nadie puede negarlo. Al final, el término que se utilice no es tan relevante como la forma en la que se cocine el plato en sí. Por motivos ideológicos, durante algunos años de la dictadura franquista la ensaladilla rusa pasó a llamarse 'ensaladilla nacional', y cambios similares se dieron con conceptos que hacían referencia al país soviético
Aunque comparando al receta original con la que se suele preparar en la mayoría de bares y restaurantes españoles, se puede ver que en esencia son muy parecidas, pero que aquí le hemos dado unos cuántos giros. Por ejemplo, en España no se le añade salchicha de pollo, sino atún, y tampoco lleva pimientos morrones o piquillos.
El restaurante 'oculto' donde hacen la mejor ensaladilla de España
Quizá lo más correcto sería hablar de 'ensaladilla' a secas para evitar líos. Sea como fuere, en España las sabemos preparar muy bien, tanto, que llevan más de un siglo siendo uno de los platos que no pueden faltar como aperitivo en ningún local de hostelería que se precie. No es complicado de preparar, pero 'cada maestrillo tiene su librillo', como se suele decir. O sea, que no hay dos ensaladillas iguales, y los clientes lo notan, por eso es tan importante a la hora de escoger dónde ir a tomar algo.
Como cada año, el festival 'San Sebastián Gastronomika' otorgó diferentes reconocimientos en múltiples categorías. El premio a la 'mejor ensaladilla de España', este 2024, se quedó en el norte, pero no en Euskadi, sino en tierras gallegas. No resulta nada sencillo obtener el primer puesto en platos tan trabajados, ya que si se hace alguna innovación debe estar bien trabajada, y si por el contrario se opta por ser fiel al clásico, la ejecución es muy exigente.
Y el ganador de este año a la mejor ensaladilla ha sido merecidamente el 'Restaurante Pampín', de Santiago de Compostela. El motivo por el que destacó frente al resto de competidores fue su ejecución sencilla, pero llevada a cabo con meticulosidad y a la perfección. A veces no hace falta complicarse demasiado para hacerlo bien, sino trabajar en ello con maestría.
El artista marcial Bruce Lee dijo una vez, con gran sabiduría, que "no temo a quien practica 1000 patadas diferentes. Temo a quien practica 1000 veces una única patada". O como se suele expresar en el conocimiento popular, "la práctica hace al maestro". Lo que más destacó de la ensaladilla del Pampín era lo bien ejecutada que estaba en cada uno de sus pasos.
Uno de los secretos de Alén Tarrío, el chef del 'Restaurante Pampín', era utilizar una variedad de patatas gallega. El local está situado en un rincón casi escondido en la Ruela das Fontiñas, 4, una pequeña calle de Santiago de Compostela. El precio por una ración de la ensaladilla ganadora de toda España es de 10 euros, y viene acompañada de panecillos.
Es un local especializado en comida preparada con ingredientes frescos de la zona, especialmente pescados y maricos, aunque la carta es variada. Originalmente, fue abierto en a principios de la década de los 70 como una taberna tradicional, pero desde hace pocos años Alén Tarrío se hizo cargo de los fogones. Ya ha cosechado diversos premios nacionales y ha sido incluido en varias ocasiones en la 'Guía Repsol'.
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