Meghan Markle
Harry y William se evitan tras el «Megxit»
Coincidirán hoy en la cumbre de líderes africanos, pero no en la recepción posterior. Las preguntas sobre el futuro de los Sussex son muchas. La reconciliación fraternal parece lejana
El príncipe Harry, en el centro de la polémica después del sonado «Megxit» protagonizará este lunes su primer acto público, después de que Isabel II haya comunicado los detalles de la histórica era que inaugurarán en primavera los Duques de Sussex, para desmarcarse de la Corona y ser económicamente independientes. Nueva fase en la que, entre otros, la pareja renuncia al reconocimiento de Alteza Real. El hijo menor de heredero al trono, el príncipe Gales, y la desaparecida Lady Di, se reunirá hoy con los líderes africanos en la cumbre de inversión entre el Reino Unido y África. Eso sí, no se unirá a la recepción que se celebrará posteriormente en el Palacio de Buckingham, donde sí estarán presentes los duques de Cambrige, William y Kate.
Como era de esperar, la expectación era máxima, ya había gran interés por ver a los hermanos juntos. La relación entre ellos no pasa por el mejor momento y, según la prensa, el príncipe William, segundo en la línea de sucesión al trono, está realmente decepcionado con la decisión tomada por su hermano menor y su cuñada, con la que, según las malas lenguas, nunca ha tenido especial sintonía.
Preguntas en el aire
Pero el esperado reencuentro no tendrá lugar. Y el hecho de que Harry esté únicamente en los actos de por la mañana, revela lo complejo de este nuevo estatus que llevará a cabo en el periodo de transición en el que, poco a poco, se irá desvinculando de la Corona hasta que en primavera se pueda reunir con Meghan y Archie, el hijo de la pareja, que ya están en Canadá, donde parece que los Duques de Sussex fijarán ahora su residencia la mayor parte del tiempo. De hecho, fue en Vancouver donde pasó la Navidades, ya alejados de la Familia Real.
La vida, no obstante, sigue para la familia real inglesa y ayer Isabel II sorprendía al acudir al servicio religioso en Sandringham junto a su hijo Andrés, que a finales de año le dio un sonado disgusto motivado por su presunta implicación en el caso Epstein. La soberana no dejó en ningún momento de estar al lado de su hijo a la llegada a la iglesia de Saint Mary the Virgin en el condado de Norfolk. La soberana está llevando toda la crisis, aseguran que más como abuela que como reina. Incluso se asegura que está apenada porque apenas ha visto al pequeño Archie, hijo de Harry y Meghan (la última vez fue antes de Navidades).
Los interrogantes están abiertos alrededor del futuro de la pareja que ya no tendrá el tratamiento de Alteza Real: por ejemplo, qué va a suceder con el tema de la seguridad de la pareja y su hijo, si van a poder vivir de su marca, hasta qué punto van a seguir recibiendo ayuda económica del dinero «privado» del príncipe Carlos o dónde residirán en Canadá. La pareja a partir de la primavera se apartará de los compromisos reales y dejará de representar a la monarca.
Harry, además, dejará de ser capitán general de los Reales Infantes de Marina que recibió de su abuelo, el príncipe Felipe y dejará de ser comandante de honor de las Fuerzas Aéreas reales. Renunciará también como embajador de la Juventud de la Mancomunidad de Naciones. ¿Qué pasará con el título de duques de Sussex? Seguirán siéndolo y, como tales, podrán mantener sus patrocinios privados a organizaciones y proyectos sociales que han apadrinado.
Otra de las preguntas formuladas con insistencia desde el sábado es si Harry dejará de ser príncipe. La respuesta es no, pues lo es por nacimiento y seguirá manteniendo su sexta posición en la línea de sucesión al trono. Isabel II dejó claro el sábado en su comunicado el cariño que siente por su nieto. Según la reina siempre serán «miembros muy queridos» de la familia.
¿Que pasará ahora con la marca «Sussex Royal»?
A finales de 2019 los duques de Sussex registraron la marca «Sussex Royal» en la Oficina de Propiedad Intelectual británica, aplicable a un centenar de productos, lo que puede hacer pensar ahora, vistos los acontecimientos, que ya tenían sus planes de separación en la cabeza. Sin embargo, hay un hecho importante que no tuvieron en cuenta y es que esa marca no está registrada ni en Estados Unidos, la Unión Europea ni en Canadá, con lo que el particular que lo desee puede registrarla, como así ha sido. Este hecho podría hacerles perder una jugosa cantidad económica de varios cientos de millones de euros.
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