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Georgina Rodríguez cuenta cómo conoció a Cristiano: “Temblé frente a él"
Portada de la revista Grazia, la aragonesa confiesa lo que sintió cuando vio por primera vez a su actual pareja
Georgina Rodríguez, pareja de Cristiano Ronaldo, protagoniza la portada de la edición italiana de la revista “Grazia” en la que confiesa lo que sintió la primera vez que vio a su actual pareja y padre de su hija Alana Martina. La aragonesa revela que el primer encuentro se produjo en la tienda Gucci de Madrid, en la que ella trabajaba como dependienta: “Temblé frente a él. Me llamó la atención su altura, su cuerpo y su belleza”.
La modelo, que será una de las presentadoras del próximo Festival de San Remo (del 4 al 8 de febrero), asegura en la entrevista que pronto se encendió una chispa entre ellos. “Soy muy tímida y me agité frente a una persona que, con una sola mirada, me tocó profundamente. Luego la forma en que Cristiano me trata, me cuida y me ama hizo el resto”, cuenta en la revista italiana.
Además, Georgina asegura que no llevó muy bien esa fama repentina. "La situación se volvió insoportable. La gente me perseguía. Me llamaban por teléfono, los periodistas venían a la tienda fingiendo ser clientes... Poco a poco comencé a trabajar detrás del mostrador para frenar la agresiva curiosidad de la prensa”. “Llegó un momento en que fue insostenible. No puedo salir a la calle de forma segura porque siempre hay alguien que quiere hacerme fotos. Es por eso que siempre tengo que preocuparme por mi seguridad”, señala Georgina.
La pareja del jugador del Turín destaca que le gusta ser una mujer independiente para la que lo más importante son sus hijos pero que "quiere trabajar y ser independiente. No debo descuidar mi esfera profesional y me gusta trabajar en el campo artístico”.
Con respecto a su faceta como madre, Georgina revela que "quiero que mis hijos sean protagonistas de una vida especial. Los llevo a montar en poni, a la nieve, al mar, bailamos, cantamos, jugamos juntos. Cristiano y yo queremos darles la mejor educación posible y construir una familia maravillosa. No queremos encerrarlos en una urna de cristal. Les enseñamos a no dar lo que tienen por sentado y a comprometerse con todo lo que hacen. Deben ser humildes y nunca perder su percepción de la realidad”.
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