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Los sábados de Lomana: “Me preguntaron si me había enamorado y dije que sí"

Los sábados de Lomana
Los sábados de Lomanalarazon

El día veintiséis de este mes sale a la venta mi tercer libro, ‘Cuestión de actitud’, y puestos a tener actitud, me parece fundamental quejarnos menos, sonreír y disfrutar de la vida sin remordimientos después de tomarnos una tableta de chocolate o zamparnos un paquete de galletas, que son mi perdición. ¡Me encantan! Reírse es saludable hasta para los músculos de la cara, deberíamos hacerlo casi de manera obligatoria al menos un ratito todos los días, pero reconozco que a veces no es fácil. Tengo un amigo, Antonio, que siempre hasta en el peor de los enfados dice algo que me hace reír, por eso no quiero que deje de estar en mi vida. Antes me reía más que ahora. Es fácil recordar a mi madre diciéndome que me reía todo el rato y con todo, con ella todavía más. Teníamos una complicidad especial para mirarnos en un momento determinado y explotar en un ataque de risa. Recuerdo un viaje a Menorca que nos ocurrió de todo. Estaba montando mi nueva casa allí y se inundó, nos quedamos sin luz, los teléfonos de la isla no funcionaban por la enorme tormenta... Al volver al hotel por la noche nos miramos y, al ver las pintas que llevábamos, no podíamos dejar de reírnos de nosotras mismas. No hacían falta palabras, la risa era el mejor antídoto.

Tenemos que luchar para no convertirnos en personas antipáticas y protestonas. En ocasiones me veo un “ramalazo” y me digo: “¡Carmen! ¿Qué está pasando aquí? Contrólate”. Este, mi último libro, es un paseo a lo largo de mi vida. Cuento cómo he conseguido ir saliendo ilesa de cada etapa sin que ésta pudiese ganarme el pulso. Nuestra mente puede ser nuestro aliado, pero también nuestro peor enemigo. En parte es una biografía de superación, está lleno de anécdotas, de compartir cuidados, forma de vida y alimentación, que tanto me preguntáis. Si nos encontramos ante un problema, tenemos que ser capaces de discernir qué es lo prioritario. Hay que perder el vértigo al pasado, el pasado aparece como un fantasma siempre....Te sorprende en cualquier momento, en el más inesperado, cuando más relajados estamos, sobre todo si hacemos meditación. Tenemos que pararnos de vez en cuando y mirar un poco hacia dentro, reposar las emociones vividas, sentidas. El pasado a veces es maravilloso, aunque también tiene sus sombras, pero nos pertenecen en toda su integridad y debemos asimilarlo, integrarlo en el presente, aceptándolo, porque si no lo hacemos es bastante probable que lo somaticemos en enfermedades.

Carmen Lomana
Carmen Lomanalarazon

Pienso que la mejor etapa de la vida es “El ahora”, de la misma forma que el futuro es hoy. No hay nada tan maravilloso como saber vivir contigo mismo, tener una vida interior completa. Vivir en soledad dista mucho de sentirse solo. Todos debemos ser libres de pensamiento y libres de actitud, dentro de esa libertad está no dejar que nos manipulen, que nos humillen ni que nos traten mal. No permitamos nunca que otra persona aparezca en nuestra vida para volvernos locos. Todos hemos vivido esa situación en la que hemos estado acompañados y, sin embargo, nos hemos sentido más solos que nunca. Hace dos días, hablando con un grupo de periodistas en la Expo homenaje a David Delfín, me dijeron que tenía mucha alegría y brillo en la mirada, que si me había enamorado. Y de una forma espontánea sin medir mis palabras dije que sí... Cuando sin buscarlo coincides con un hombre que te emociona y sientes que ya no hay nadie más a tu alrededor, que es como volver a casa, el amor te está atrapando y vivirlo dos días o dos meses o toda una vida es el mejor regalo.