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Los sábados de Lomana: “No aguanto el ‘Resistiré’, ni al ‘doctor virus’ alias Simón, ni a Sánchez”

Carmen Lomana
Carmen LomanaCarmen LomanaCarmen Lomana

De verdad que a mí se me ha ido “la olla pa Camboya”. Estoy sin vivir en mí, ya no sé ni el día, ni la hora y casi ni el año en el que vivo... Este encierro, confinamiento o como diablos lo quieran llamar no lo aguanto más. Creo que todos los españoles sentimos que algo nos está pasando bastante grave. Tenemos pesadillas por la noche, no soportamos más el teléfono –al menos, yo no quiero hablar con nadie–, me aburren las mismas conversaciones hablando siempre de ese virus ya tan familiar para todos, siendo el único elemento que cada día, cada noche, cuando queremos informarnos de lo que ocurre en el mundo y en España, aparece. Acompañado de un montón de profetas y futurólogos opinando. De lo único que estoy segura es de que nadie sabe nada o muy poco de su comportamiento.

Tengo la sensación de que nos observa y se ríe de nuestra estupidez y arrogancia no queriendo aceptar que somos vulnerables e ignorantes. Solo hay algo que todos sabemos, que “Él” se manifiesta de mil maneras dependiendo del cuerpo y las células donde se aloje. Desde ser una gripe más o menos intensa a matarte y dejar tu cuerpo hecho unos zorros y con muchísimos efectos secundarios. Desde que el profesor y premio Nobel Luc Montagnier apareció diciendo que biólogos moleculares brillantes habían mezclado en el laboratorio de Wuhan el Covid-19 con el virus del sida entré en shock. También pienso que si este virus está entre nosotros desde enero, yo he vivido en el ojo del huracán rodeada de infectados que ni ellos ni yo lo sabíamos.

No me he contagiado, estoy muy tranquila. Me hice las pruebas y ni he tenido ni tengo, según esos análisis, nada. Estoy preparada para lanzarme a la calle con un entusiasmo y unas ganas de trabajar infinitas. Está claro que España se tiene que poner en marcha, abrir comercios y todo lo que sea posible con precaución, pero este “dolce farniente” no puede continuar. Es mucho lo que nos jugamos. He puesto en mis redes sociales un hashtag que quiero se haga viral, #españaenmarcha.

Hablando de redes sociales y móviles, miedo me da abrir cada día mi whatsapp. Cientos de mensajes pidiéndome vídeos para animar a la gente y que yo hago encantada si esto realmente les da “vidilla” o les hace ilusión. Pero me tienen agobiada. Yo, que nunca me creo eso de ser famosa, pienso que cuando me vean muchos dirán: ¿y ésta quién es? También está el apartado de directos en Instagram. Cientos de instagramers, influencers o como quieran llamarles, hacen de periodistas conectando con amigos y conocidos para preguntarles todo tipo de tonterías. Yo que no sé decir que no. Tengo un pluriempleo de directos que ya no puedo más. Termino agotada. Creo que nunca he trabajado tanto.

Hoy decidí después de comer ver una película estupenda de Robert de Niro y Diane Keaton y cuando estaba en lo mejor me llaman del periódico para decirme que necesitaban ya la crónica. Se me había olvidado por completo que era viernes... Quise convencerme de que no quería escribir, que era 1 de mayo y mil excusas más... Pero aquí estoy cumpliendo con mi obligación, animada con la idea de mañana lanzarme a la calle, caminar feliz al poder sentir el sol en la cara y con la esperanza de encontrarme con gente de mi barrio a la que poder saludar a distancia y con mascarilla. Y saben qué les digo: que hay personas, canciones y aplausos que ya no soporto. No aguanto el ‘Resistiré’, ni al “doctor virus” alias Simón, ni a Sánchez, para qué les voy a decir el sarpullido que me produce ver a Iglesias... ¿Será que me he convertido en una neurótica llena de fobias? ¿Será otra forma de manifestarse el virus? ¿O alguien siente lo mismo que yo...?