Mariñas

Tamara tiene un don del que careció mamá Preysler

Tamara quizá heredó carisma de su padre, el señor marqués, que tampoco era un prodigio de amabilidad, por qué no decirlo

Tamara Falcó y su look favorito para esta Navidad.
Tamara Falcó y su look favorito para esta Navidad.@tamara_falco

Me encantó su reaparición televisiva. En «El hormiguero» Tamara, la antaño Tamarita tan mimada por los medios, estuvo espléndida, segura, con magia personal y de lo más comunicadora. Tiene un don del que careció la siempre estirada mamá Preysler. Tamara quizá heredó carisma de su padre, el señor marqués, que tampoco era un prodigio de amabilidad, por qué no decirlo. Estaba muy pegado a su título y posición, y eso, en ocasiones, resultaba distanciante o antipático. Tamara, «forever» Tamarita, es de otra pasta. Llega entrañable, resulta convincente, no finge y se muestra tal cual pero muy diferente «a mami». Para muchos, creo que la mayoría, fue un descubrimiento y no se lo podían creer ante tamaña sencillez. No abundan estos casos, de ahí el deslumbramiento y pasmo ante la humildad de su melenita recogida en moño.

Jordi Évole no ocultó lo feliz que estaba ante algo tan inesperado y sorprendente. Un nunca supuesto o soñado mano a mano. Era imposible de montar o tenerlo ensayado. Tenía que resultar espontáneo, sincero, hecho sobre la marcha y así quedó. Marcará época y a partir de ahora incluso para ella será difícil igualarlo o superarse. Tamara recupera el tiempo perdido, vuelve a ser la de siempre y se lo agradece la actualidad del «corazón». Sin muchos personajes interesantes en los que centrarse, Tamarita supone un buen recargo esperanzador. Confiemos en ella para que nos anime el «cuore», algo que también necesitaría Isabel Pantoja al ver, sin poder creerlo, que sus hijos Isa y Kiko ahora arremeten contra ella. Un folletín digno de culebrón.

Ya está montado, como el christmas de la princesa Leonor y la Infanta Sofía posando juntas, como sino hubiera nada extraño entre ellas tal Julio Iglesias intentando desprenderse de sus propiedades miameras empezando por la hija de Trump, a la que ha vendido por 30 millones de dólares un terreno de 7.200 metros. «Lo hago porque mis hijos prefieren vivir por el mundo», justifica. Conocí bien la que fue su primera casa en Indian Creek un 28 de diciembre, día en que Julio proyectaba botar su primer barco. Fue cuando ETA secuestró al alocado doctor Iglesias Puga hasta que lo liberó Domingo Martorell, algo que Julio nunca supo pagarle ni agradecerle. El cantante era persona de aúpa tal Chabelita indecisa de si se casa o no. Nos tiene con el alma en un puño igual que lo de si Don Juan Carlos vuelve o no a casa por Navidad.