Las “nietas” de Mary Poppins quieren quitarle el puesto a la niñera de Irene Montero

El matrimonioIglesias Montero no deja de dar que hablar por el asunto de la niñera y la utilización de medios oficiales para su beneficio particular. Pasan de las páginas de política a las rosas, algo cada vez más frecuente también entre sus compañeros de hemiciclo de los que interesa también su vida personal. El Congreso se ha convertido, sobre todo desde la llegada de Podemos, en una fuente de cotilleo sentimental.

Si Mary Poppins, niñera por excelencia del universo cinematográfico, tuviera constancia del sueldo de la “nanny” de los hijos de Irene Montero y Pablo Iglesias, no dudaría en coger el primer vuelo a Madrid para ofrecer sus servicios a la polémica pareja de políticos podemitas. Los casi cincuenta y dos mil euros anuales que cobra Teresa Arévalo por simultanear su cargo como asesora del Ministerio de Igualdad de Montero con el de cuidadora de la más pequeña de la familia, atrae a las “nietas” españolas de Poppins, siete en total, que no dudan en acudir a las inmediaciones de la casa del vicepresidente y la ministra de Igualdad para hacerles ver que sus conocimientos del mundo infantil superan, con toda seguridad, a los de Arévalo.

Las manifestantes en busca de trabajo han ido hasta allí vestidas con el uniforme reglamentario, cofia y delantal incluidos, esgrimiendo un currículum que pondría en evidencia a la niñera oficial de los Iglesias Montero, personaje sin experiencia en estas lides. Pero que ha encontrado el puesto de su vida con el gran mérito de ser amiga de la ministra.