Piqué pierde los nervios y abandona de forma inesperada su reunión con Shakira por sus numerosas exigencias con la custodia de sus hijos

Shakira y Gerard Piqué continúan sin llegar a un acuerdo por la custodia de sus dos hijos, Milan y Sasha, tres meses después de anunciar oficialmente su separación. Intentando de todas las formas posibles no tener que llegar a juicio y que sea precisamente un juez el que decida si los niños se quedan en Barcelona o se mudan a Miami, como pretendía la colombiana, la expareja se ha reencontrado este jueves en una reunión en la ciudad condal que terminó de forma inesperada para ambos.

Un encuentro que tuvo lugar en el despacho del abogado del futbolista , Ramón Tamborero, y que duró dos horas. El futbolista abandonaba el lugar serio y cabizbajo, sin hacer declaraciones acerca de si había llegado a un acuerdo con Shakira o no. Una hora más tarde, y con una gran sonrisa, era la cantante colombiana la que apareía entre gritos de sus seguidores que le pedían que se quede en Barcelona.

Lorena Vázquez, periodista experta en todo lo relacionado con la expareja, ha desvelado en ‘Ya es Mediodía’ que este encuentro no ha servido para llegar a ningún acuerdo: “Las negociaciones estaban muy avanzadas”, pero algo sucedió que provocó que Gerard “perdiese los nervios” después de dos horas intentando llegar a un acuerdo y “harto” abandonase la reunión precipitadamente.

“No le gustaban los derroteros que estaba tomando la negociación por el gran número de cláusulas que ha incluido Shakira y por las exigencias extrañas de la colombiana” ha explicado, revelando que el “principal punto de escollo” entre el futbolista y la cantante es “que no se ponen de acuerdo con donde se va a fijar la residencia de Milan y Sasha”. Al parecer, Shakira lleva varios meses intentando llevarse a los niños a Miami, pero Gerard se niega.

Es este el principal punto de partida y el motivo principal por el que no hay acuerdo, aunque por el momento “no se habla de juicio y habrá próximamente una nueva reunión entre sus abogados, concluye la periodista.