
Lealtad
Ana de Inglaterra no perdona: el reencuentro entre Carlos III y Harry, en jaque
Jennie Bond, experta en realeza británica, revela el férreo rechazo de la princesa a su sobrino tras la publicación de "Spare". Para ella, la lealtad no se negocia

Las grietas en la familia Windsor no han dejado de ensancharse desde que el príncipe Harry tomó un avión a California y otro rumbo vital. Pero cuando parecía que el hielo entre padre e hijo comenzaba a resquebrajarse -tras meses sin hablarse y una batalla legal que desgastó aún más los lazos- una figura se alza ahora como símbolo de resistencia dentro del palacio: la princesa Ana.

La hermana del Rey Carlos III, conocida por su discreción, carácter firme y férrea ética de trabajo, ha permanecido mayormente al margen del drama público. Sin embargo, según ha revelado la periodista Jennie Bond en "The Mirror", su opinión sobre Harry dista mucho de la indulgencia. Y podría convertirse en un obstáculo silencioso, pero decisivo, en cualquier intento de reconciliación.
"Spare", la causa de la discordia tía-sobrino
"Para Ana, la lealtad es primordial, y sospecho que siente que Harry ha sido extremadamente desleal a su padre, a su hermano y a la monarquía", afirma Bond, quien fue corresponsal real de la BBC durante años. Las heridas abiertas por "Spare", las memorias del duque de Sussex, siguen supurando dentro de los muros del palacio. Especialmente porque el libro, lejos de ser un mero ejercicio de catarsis, fue un fenómeno editorial con rédito millonario.

Jennie Bond no cree que Ana haya intervenido directamente en el conflicto entre Carlos III y su hijo menor. Pero sí deja entrever que su influencia en el Rey podría haber pesado —y seguir pesando— en el ritmo y profundidad del acercamiento. "Ella habría sido la persona perfecta para ofrecer consejo. Pero Harry ha dejado claro que no desea volver a la vida como miembro activo de la realeza", sentencia la experta.
El desencuentro entre ambos no es sólo emocional, sino ideológico. Ana, que siempre ha considerado el servicio a la Corona como un deber sagrado y colectivo, no comparte la visión individualista que Harry ha ofrecido de su rol como "repuesto" en la familia real. "Podría haberle explicado que son un equipo, una empresa. Que, aunque no seas el heredero, puedes ser un apoyo invaluable", añade Bond.

El caso de Ana no es único. El escritor Robert Jobson, también experto en la Casa Real, ha señalado a otros dos actores clave en el drama real: el príncipe William y la reina Camilla. Ninguno de los dos, asegura, está dispuesto a perdonar fácilmente. "Camilla no olvida que fue descrita como ‘la otra mujer’ y una figura ‘peligrosa’ en 'Spare'", recuerda el periodista. Más de 60 menciones en el libro la convirtieron en blanco de duras críticas, no sólo externas, sino dentro de su propia familia política.
Por su parte, el príncipe Harry ha reconocido su deseo de reconciliación: "Me encantaría reconciliarme con mi familia. No sé cuánto tiempo le queda a mi padre", confesó en la BBC tras perder su más reciente disputa judicial. Hoy, al menos, hay una línea de comunicación abierta. Pero el regreso emocional al seno familiar parece aún lejano… y con la princesa Ana vigilando de cerca los límites del perdón.
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