Capítulo solemne
Doña Sofía celebra en El Pardo un almuerzo histórico con toda la familia
Un encuentro sin precedentes que llega tras recibir el Toisón de Oro, en un fin de semana que consagra el legado más íntimo y humano de la madre del rey
La historia reciente de la monarquía española vivirá este fin de semana un capítulo tan solemne como profundamente emocional. La Reina Sofía, que acaba de cumplir 87 años con la discreción que siempre la ha caracterizado, será homenajeada este viernes con el ingreso en la Insigne Orden del Toisón de Oro, la más alta distinción que concede el monarca. Y será el propio Felipe VI quien le imponga la condecoración en el Salón del Trono del Palacio Real. Un gesto que trasciende lo simbólico: el reconocimiento institucional de una vida entera dedicada a España… y la gratitud íntima de un hijo hacia su madre.
En un año en el que el país celebra cinco décadas de democracia, esta imagen marcará otro hito: la Reina que acompañó la transición, que sostuvo con impecable sentido del deber las etapas más complejas de la institución, vuelve al centro del relato con la serenidad de quien no tiene nada que demostrar. Como ya dijo Felipe VI en su discurso de proclamación, "toda una vida de trabajo impecable al servicio de los españoles".
Almuerzo privado
Pero si la ceremonia del viernes será solemne, el gran momento humano llegará el sábado. El Palacio de El Pardo abrirá sus salones para un almuerzo privado que reunirá a más de 70 familiares: hijos, nietos, sobrinos y miembros de la Casa Real griega. Un reencuentro que no se producía desde 2018, cuando la Reina Sofía celebró su 80º cumpleaños en Zarzuela rodeada de toda su descendencia. Siete años después, las circunstancias son otras: el Reinado de Felipe VI se ha consolidado con notable estabilidad, las Infantas Elena y Cristina han iniciado nuevas etapas personales, y los nietos de la Reina ya son adultos con vidas propias.
En lo personal, doña Sofía ha encajado pérdidas tan dolorosas como la de la infanta Pilar o la de su hermano, el rey Constantino de Grecia. También acompaña, en silencio y cercanía, la delicada salud de la infanta Margarita y de su hermana, la princesa Irene, retirada de la vida pública.
Por eso este almuerzo tiene un aire de celebración y abrazo familiar a la vez. A él asistirán la reina Ana María, los príncipes Pablo y Marie-Chantal con alguno de sus hijos; la princesa Alexia con Carlos Morales y su familia; el príncipe Nicolás, que aprovechará para visitar a su madrina, la princesa Irene; Teodora, Philippos, y otros miembros del círculo griego que siempre ha sido un pilar afectivo para doña Sofía.
Y sí: el Rey Juan Carlos también estará presente, en lo que será el primer encuentro familiar completo desde la mayoría de edad de la Princesa Leonor. Un regreso breve, casi fugaz, pero cargado de significado.
El fin de semana será, en suma, un homenaje doble: la distinción a una Reina… y el abrazo de una familia a su matriarca. Una Sofía más esencial que nunca.