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Evento

El nostálgico viaje de Don Juan Carlos y Doña Sofía a Jordania

El enlace del heredero hace recordar su luna de miel en el país

los Reyes de Jordania, Husein y Noor, posan con los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía, antes de la cena ofrecida por los soberanos jordanos en el Palacio de Basman, con motivo de la visita de los Reyes de España. MANUEL H. DE LEONEFE

El primero de junio los reyes de Jordania, Abdala II y Rania serán los anfitriones de la boda del primogénito y heredero Hussein con Rawja Al Said que se celebrará en los palacios Zahranen y en el Al Husseiniya. En el primero será la ceremonia y el segundo recinto acogerá el banquete y la recepción a los invitados. Un enlace que reunirá a representantes de las monarquías europeas, de los países árabes y de Japón. De España están confirmados Don Juan Carlos y Doña Sofía que volverán a reencontrarse tras el funeral de la reina Isabel II y después del entierro de Constantino de Grecia.

La familia Borbón, han mantenido un lazo de unión fuerte desde siempre. Hay que recordar que Don Juan Carlos y el rey Hussein se llamaban «hermanos» y uno de los regalos que recibió el Monarca español fue la casa palacio La Mareta, en Lanzarote. Este recinto pasó a formar parte del Patrimonio Nacional en 2015. Hussein nunca la disfrutó, pero sí uno de sus hijos para pasar sus vacaciones.

Para Don Juan Carlos será la oportunidad de reencontrarse públicamente con sus hijas y con Doña Sofía, su mujer. La relación actual de los padres del Rey Felipe VI es mucho más distendida que hace años cuando era imposible el acercamiento entre ambos, por razones obvias. El cambio fue propiciado por Doña Sofía cuando los temas legales comenzaron a acuciar al Monarca y Corinna inició su trabajo de acoso y derribo. A estas alturas aseguran a quien esto escribe que la Reina está ya en una etapa en que valen más los recuerdos buenos que los malos. Tienen contacto telefónico habitual y a través de skype. Explican que si Doña Sofía no se ha desplazado a Abu Dabi durante estos años de exilio voluntario de su marido es para que ese viaje no se utilice contra la Institución y, sobre todo, contra la Jefatura del Estado. Esa es la cuestión ahora que ambos se encuentran en lo que se denomina «etapa de descuento de la vida». Una situación muy parecida a la de los reyes de Bélgica, Alberto y Paola, con infidelidades comunes de los dos.

Amistad de hermanas

Para ambos este viaje a Amman puede ser hasta nostálgico. De los seis meses de luna de miel que disfrutaron, uno de los lugares que visitaron Don Juan Carlos y Doña Sofía fue Jordania, y lo hicieron invitados por los reyes Hussein y Noor. La Reina ha mantenido a lo largo de los años su amistad inquebrantable con la viuda jordana, que ha estado invitada en muchas ocasiones en el palacio mallorquino de Marivent. Y no solo en verano, sino también en temporada baja que es cuando la Reina disfruta más de la isla. A las dos les une sus aficiones comunes como la música y el arte, además de tareas filantrópicas y humanitarias. «La Reina Sofía ha sido una verdadera hermana y amiga durante todos estos años. La quiero mucho, de una manera entrañable», explicaba la reina viuda en una de las entrevistas que concedió a la edición inglesa de la revista «Vanity Fair».

Los Reyes de España, a su llegada al Mausoleo de los anteriores monarcas jordanos para rendir una ofrenda floral dentro de los actos de su primera visita de Estado a Jordania desde la ascensión al trono de Abdalá IIBallesterosAgencia EFE

Comenzar el viaje de novios en Jordania es una costumbre habitual en la familia Borbón Grecia. Lo hicieron las Infantas Elena y Cristina y después los Príncipes de Asturias. Los actuales Reyes iniciaron una primera gira tras su boda en la catedral de la Almudena visitando Cuenca, Zaragoza entre otras ciudades de España. Después cumplieron con la tradición y aceptaron la invitación de los reyes jordanos, donde sí se les pudo fotografiar en los lugares más turísticos del país.

Jordania es para toda la familia Borbón, sin excepciones, un lugar de recuerdos bonitos y entrañables cuando (aparentemente) no había nubarrones que entorpecieran la dinastía.

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