
Biografía no autorizada
Nuevo escándalo en los Windsor: la afición a la bebida de la Reina Madre pudo provocar síndrome de alcoholismo fetal en la princesa Margarita
La prestigiosa biógrafa Meryle Secrest, de 95 años, plantea esta hipótesis en una biografía no autorizada que saldrá a la venta el 26 de agosto

La princesa Margarita, hermana menor de Isabel II, fue la royal indómita, testaruda, fiestera e incapaz de acatar los mandatos de la institución. En su mano había siempre un cigarrillo o una copa, incluso cuando aún no se había recuperado de los excesos de la noche anterior. Así es como ha pasado a la historia, pero ahora podría abrirse un nuevo capítulo a partir de una sorprendente revelación de la biógrafa nonagenaria Meryle Secrest: su difícil temperamento podría ser la consecuencia del síndrome de alcoholismo fetal.
El escándalo para los Windsor podría ser mayúsculo, puesto que apunta directamente a su madre, Isabel Bowes-Lyon. El síndrome de alcoholismo fetal es un grupo de desórdenes y malformaciones que se deriva de la exposición al alcohol durante el embarazo de la madre. El alcohol pasa a la placenta y a la sangre del bebé causando daños al cerebro y a otros órganos.
Hasta los 101 años conservada en ginebra
Secrest plantea esta hipótesis en su nuevo libro "Princess Margaret and the Curse: an Inquiry into Royal Life", una biografía no autorizada que saldrá a la venta el 26 de agosto. Un artículo de The Telegraph ha avanzado este capítulo. No parece un despropósito si tenemos en cuenta que, según su dama de compañía Margaret Rhodes, la Reina Madre tenía una rutina inmutable: ginebra y Dubonnet antes del almuerzo, vino con la comida, un martini antes de la cena y una copa de champán antes de dormir. La broma de que se conservó en ginebra hasta los 101 años no es nueva.
La novedad es que la infelicidad y el inconformismo de su hija menor fuesen producto de las adicciones de su madre durante la gestación. Su impulsividad, su falta de control emocional y algunas características físicas de la princesa, como su baja estatura, podrían ahora explicarse en este síndrome, zarandeando, una vez más, a la Casa Real británica. En una ocasión prendió fuego a su cabello durante una reunión familiar. Sus padres y enfermeras la describieron como una niña complicada por su comportamiento, sus dificultades de aprendizaje o las migrañas que padecía con frecuencia.
Ignorancia o inconsciencia
Los efectos del alcohol en el feto no se descubrieron hasta principios de la década de 1970, por lo que es probable que la Reina Madre desconociese los riesgos del consumo de alcohol durante sus embarazos. En el primero de ellos, las fuertes náuseas le impidieron beber. Ahora se sabe que no existe una cantidad segura comprobada de alcohol durante el embarazo. Aun así, afecta a un 3% de los recién nacidos, alterando su desarrollo cerebral y corporal. Meghan Markle se propuso no consumir alcohol durante sus embarazos y el príncipe Harry se unió a ella, lo cual fue una señal teniendo en cuenta su influencia.
Para llegar a esta conclusión, la autora ha analizado minuciosamente las luchas emocionales de la princesa Margarita, las migrañas, la baja estatura (alrededor de 1,55 m) y los informes de dificultades de aprendizaje en sus primeros años. En este contexto, Secrest postula que la princesa Margaret pudo haber nacido con una "discapacidad invisible" que moldeó su vida emocional y sus relaciones.
Otras motivaciones
Los historiadores de la realeza también han sido cautelosos. Algunos sugieren que los desafíos de Margarita probablemente se debieron a su posición privilegiada dentro de la familia real, como hermana menor de la reina Isabel II, y a las limitaciones de las expectativas reales durante una época de intenso escrutinio público. Otros señalan la turbulencia en su vida personal, incluyendo un controvertido romance con el capitán de grupo Peter Townsend y un matrimonio difícil con Antony Armstrong-Jones, como fuentes de estrés y tensión emocional.

El rigor de la autora
Meryle Secrest es una biógrafa estadounidense conocida por sus trabajos sobre artistas y coleccionistas de arte estadounidenses. Nació en Bath, Inglaterra, y comenzó su carrera como periodista en Canadá antes de mudarse a Estados Unidos. Ha escrito biografías de figuras destacadas como Frank Lloyd Wright, Salvador Dalí, Leonard Bernstein, Stephen Sondheim, Kenneth Clark, entre otros. A lo largo de su carrera, ha recibido varios reconocimientos, como finalista del Premio Pulitzer y el National Humanities Medal otorgado por el presidente George W. Bush en 2006. Es reconocida por sus detalladas y rigurosas biografías, lo que permite descartar cualquier intención sensacionalista.
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