Un paso más

El príncipe Andrés, despojado de su estandarte en Windsor: una humillación al estilo "Juego de Tronos"

El duque de York pierde su escudo de armas en la Capilla de San Jorge, un gesto simbólico que en la tradición británica equivale a una deshonra reservada para los traidores o rebeldes contra la Corona

Príncipe Andrés de Inglaterra
Príncipe Andrés de InglaterraAgencia AP

Al más puro estilo Juego de Tronos, el príncipe ha sido objeto de una de las mayores humillaciones públicas de la monarquía británica: la retirada de su estandarte de la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. En el espacio donde ondeaba su escudo de armas -junto al del príncipe de Gales- solo queda ahora un hueco, un vacío que simboliza su caída en desgracia dentro de la Casa Windsor .

Aunque pueda parecer un simple gesto, en el contexto monárquico británico tiene un peso enorme. Tradicionalmente, retirar el estandarte de un Caballero de la Orden de la Jarretera se consideraba una medida extrema, reservada para los casos más graves de deslealtad hacia la Corona. En la Edad Media, incluso se escenificaba pateando el estandarte antes de expulsarlo de la capilla. “Ha llegado cuando tenía que llegar”, dicen algunos medios británicos, en referencia al momento en que las presiones sobre el hermano del rey Carlos III se han intensificado.

La medida llega tras una nueva oleada de escándalos que rodean al duque de York : la filtración de correos electrónicos relacionados con Jeffrey Epstein, la inminente publicación de las memorias de Virginia Giuffre -la mujer que lo denunció por agresión sexual- y la revelación de que lleva 22 años sin pagar el alquiler de la mansión en la que vive.

Fue el tabloide The Sun el que publicó las imágenes del vacío dejado por el estandarte en la capilla, considerada uno de los lugares más sagrados para la familia real británica. En ella se celebró, entre otros actos, la boda de su hija, la princesa Eugenia de York, y reposan los restos de Isabel II, el príncipe Felipe, Jorge VI y la Reina Madre. Un detalle que añade dramatismo al gesto: tanto su madre como su abuelo pertenecieron a la Casa de York, el título que Andrés heredó y que ahora se ve manchado por la controversia.

El príncipe Andrés y Sarah Ferguson en el funeral de la duquesa de Kent
El príncipe Andrés y Sarah Ferguson en el funeral de la duquesa de KentGtres

El estandarte retirado compartía el mismo diseño que el del rey Jorge VI cuando fue duque de York: tres leones de Inglaterra, un arpa de Irlanda y un león de Escocia, coronados por un ancla que simboliza la carrera naval del príncipe. No en vano, su papel en la guerra de las Malvinas, en 1982, lo convirtió en un héroe nacional y en el entonces hijo favorito de Isabel II. Esa reputación, sin embargo, se ha desvanecido con los años.

Nombrado Caballero de la Orden de la Jarretera en 2006, Andrés formaba parte de la orden de caballería más antigua y prestigiosa del Reino Unido, fundada en el siglo XIV por Eduardo III. Solo el monarca puede conceder o retirar esa distinción, y su decisión es definitiva. Desde su creación, cuarenta caballeros han sido destituidos en circunstancias similares.

La retirada del estandarte de Andrés, sin ceremonia ni fanfarria, es una condena silenciosa pero contundente. El símbolo de su honor, que antaño representó servicio, linaje y valor, ha desaparecido de los muros donde reposa la historia de su familia. En Windsor, su nombre se borra lentamente, como el de los caídos en desgracia que, siglos atrás, veían su escudo arrojado al suelo y pateado hasta desaparecer.