Los Windsor, de gala, tras el revuelo del último libro sobre los Sussex

Los miembros más importantes de la familia real británica han sido fotografiados juntos, como muestra de unidad, en los Salones de Estado del Palacio de Buckingham, antes de la recepción ofrecida al cuerpo diplomático. Es la primera vez que se ve a los reyes y los príncipes de Gales juntos en público, desde la publicación del polémico libro de Omid Scobie, titulado «Endgame», en el que el rey Carlos III y la princesa de Gales fueron acusados ​​de hacer comentarios racistas sobre el primer hijo de los duques de Sussex.

El Palacio no ha respondido aún formalmente a las acusaciones que se han publicado solo en la versión holandesa del libro y se cree que esta semana se podría decidir si se toman acciones legales. Una fuente cercana a palacio a destacado que «esa opción» sigue sobre la mesa, aunque de momento no hay nada concreto. Según han publicado varios medios británicos, el rey escribió varias cartas privadas a Meghan Markle para hablar sobre el tema, en 2021, después de la entrevista que la duquesa y el príncipe Harry concedieron a Oprah Winfrey.

Tras la polémica desatada el pasado viernes con la salida a la venta del libro de Scobie, los miembros «seniors» de la familia real británica continuaron con su agenda oficial con normalidad: la princesa Kate para abrir una nueva unidad quirúrgica en el Evelina London Children’s Hospital, el rey, para celebrar el Adviento en una iglesia copta ortodoxa, y el príncipe William para continuar con su iniciativa personal para acabar con la falta de vivienda en Reino Unido.

La reina Camilla, al igual que Kate Middleton, destacaron por su elegancia. La esposa de Carlos III lució un vestido de noche bordado en color crema de Fiona Clare, con la tiara de las Niñas de Gran Bretaña e Irlanda, su fajín de liga, el broche de diamantes de la difunta Reina Madre y el brazalete de diamantes de la Reina Isabel II. Durante la cena de gala celebrada en Buckingham ha destacado la elegancia de Kate Middleton. Siguiendo el «dress-code» establecido, la princesa rescató uno de sus «looks» más aplaudidos: el diseño «Georgia» de Jenny Packhan que lució en la fiesta posterior a la boda de Hussein y Rajwa de Jordania. La tiara escogida por la esposa del príncipe William ha sido la Cambridge Lover’s Knot, una de sus favoritas y también de Diana de Gales. A ella se han sumado los pendientes Greville de diamantes, pertenecientes a la colección real.

El gesto de Meghan Markle

La duquesa de Sussex también ha sido vista en público esta semana tras la polémica «racista» que ha vuelto a salpicar a la familia real británica. Aparecía sonriente y con aspecto relajado mientras paseaba por Santa Bárbara, en California, donde la familia tiene fijada su residencia desde el Megxit. A pesar de su «look» casual, ha querido hacer un guiño a su suegro, Carlos III, al lucir el brazalete y el reloj Cartier que perteneció a la princesa Diana. También una valiosa pulsera de diamantes Bentley & Skinner, que fue regalo del monarca.