Fútbol

Álvaro Morata, el “manolito” yerno del “rey de los concesionarios”

Vive feliz en Turín junto a su familia, mientras amasa una fortuna con su empresa de cruasanes y su sociedad inmobiliaria

Alice Campello junto a Álvaro Morata en el Madrid Masters Series de 2017
Alice Campello junto a Álvaro Morata en el Madrid Masters Series de 2017larazon

Hace unos días, la noticia saltaba a las puertas del Hotel Mandarin Oriental Ritz. Allí, un grupo de periodistas aguardaban para la captar la imagen de Álvaro Morata y su mujer Alice Campello, de visita en Madrid. A punto de cerrarse el mercado de invierno, el futbolista volvía a la actualidad deportiva por la opción de fichar por el F.C. Barcelona. Solo unas horas después la realidad disipaba las dudas. Morata regresaba a la capital, para atender varios compromisos publicitarios que nada tenían que ver con su vuelta a España.

El futbolista vive una vida acomodada en Turín, donde milita en las filas de la Juventus. Quienes le conocen hablan de Morata (29) como un chico tranquilo y familiar, volcado en sus tres hijos, Leonardo y Alessandro(3) y Edoardo(1). Casado con la modelo e «influencer» Alice Campello (26) en junio de 2017, su amor fue un verdadero flechazo. El futbolista se quedó prendado de la modelo en Instagram y removió Roma con Santiago para conseguir que algún conocido en común les presentara. Sin éxito. Al final fue el propio Álvaro quien tuvo que mandarle un mensaje por la red para conseguir una cita. Al conocerse, el flechazo fue mutuo. Alice, veneciana de nacimiento, es también una «celebrity» en Italia. Su padre, Andrea Campello, es un afamado empresario conocido en su país como el «rey de los concesionarios». Campello (55), es el propietario de Campello Motors, una red que distribuye en exclusiva modelos de Fiat y Jeep en el norte de Italia. Se calcula que tiene un stock diario de 1.000 vehículos y una facturación anual de unos 70 millones de euros.

Álvaro Morata y su mujer Alice Campello
Álvaro Morata y su mujer Alice Campellolarazon

El mejor pagado de Italia

Si se compara con su suegro, la economía de Morata tampoco le genera mayores preocupaciones. Cobra 7,5 millones de euros al año, lo que le convierte en uno de los jugadores mejor pagados de Italia. Al margen de sus éxitos deportivos como futbolista, también ha demostrado dotes comerciales para los negocios. En sus aventuras empresariales siempre ha ido bien asesorado por su padre, Alfonso Morata, director comercial durante años de la cadena COPE y la Cadena SER. Empresarialmente hablando, su mayor éxito fue introducirse en el mercado de la pastelería hace ya algunos años. De la mano de su amigo Pablo Nuño, crearon la marca Crosantino, una copia de los famosos «Manolos», los cruasanes creados en Colmenar Viejo hace 30 años por la Pastelería Manolo. Tras un primer momento de competencia, Morata y su socio consiguieron asociarse con los dueños de los «Manolos» originales. Para ello crearon De boca a Boca 2017 SL. En ella, la familia de Colmenar Viejo que forman Manolo, Remedios y Noelia Manzano tenía el 50% de la sociedad, y Pablo Nuño, Álvaro Morata y sus padres el otro 50%. Un negocio redondo donde Álvaro Morata se encargaba de la promoción y los pasteleros de Colmenar, de la receta maestra que les haría crecer como la espuma.

Tras constituirse en 2017 la empresa se ha convertido en 5 años en líder del sector. Pero el negocio también ha sufrido en sus carnes la crisis por el Covid. La sociedad que fabrica los famosos «Manolitos» facturó en 2020 4 millones de euros cerrando el ejercicio, pese a todo, con unas pérdidas por valor de 486.978 euros. Los números rojos contrastan con su saneada tesorería. Con un capital social por encima del medio millón de euros, la empresa tiene activos que superan los 7 millones de euros. La falta de beneficios tiene que ver con la gran inversión que Álvaro y sus socios han realizado en los últimos años, con deudas a largo plazo con cuatro entidades financieras por valor de 3 millones de euros.

Conseguir liquidez en tiempos de Covid no ha sido tarea fácil para Morata y sus socios. La empresa se acogió a un ERTE en marzo de 2020, que duró hasta el 31 de diciembre y que afectó a 8 de sus 63 trabajadores en nómina. Para hacer frente a la coyuntura económica, la empresa ha solicitado un aval ICO por valor de 3,7 millones de euros y ha recibido una ayuda a PYMES que le concedió la Comunidad de Madrid el pasado ejercicio por valor de 20.000 euros.

Álvaro Morata
Álvaro MorataJENNIFER LORENZINIREUTERS

3.4 millones en «ladrillo»

Como muchos otros futbolistas, Morata tiene también inversiones en el negocio inmobiliario. Para ello fundó Tamora Housing Investments. Creada a finales de 2019 para la explotación de actividades de carácter inmobiliario, la empresa, que acaba de cumplir dos años, es controlada a través de la Tamora 2011, otra de sus sociedades, y de su padre, Alfonso Morata, que figura como representante. Con un capital social de 3,4 millones de euros y domicilio social en el madrileño barrio de Montecarmelo, el registro no tiene noticias de sus cuentas desde su creación. En el catálogo de inversiones en ladrillo de la empresa figura un local en la calle María de Molina por valor de 2,87 millones de euros y una vivienda en Pozuelo de Alarcón (Madrid), en La Finca, por más de 1,64 millones de euros. El futbolista hizo un negocio millonario después de poner a la venta, en 2019, el chalet que poseía en Mirasierra y que decidió vender después de ser atracado. La pareja decidió mudarse a La Finca en búsqueda de mayor seguridad. Al margen de sus inversiones en grandes negocios, Morata figura también dado de alta como empresario autónomo en Sevilla, donde encabeza un negocio dedicado al «alquiler de maquinaria y bienes de equipo».