La cacería con arco y flechas de los Trump en casa de Julio Iglesias

La hija mayor de Donald Trump, Ivanka, de 41 años, y su marido, Jared Kushner, de 42, pasaron unas idílicas vacaciones en España, en la Finca de Las Cuatro Lunas, de Julio Iglesias en la localidad montañosa de Ojén, muy próxima a Marbella. No hay imágenes de ellos en ningún lugar de ocio de «La ciudad del Canto sin dueño», pero estuvieron allí, según ha podido saber en exclusiva LA RAZÓN. La familia estaba centrada en otros menesteres en ese paraíso, que es el paraje de la sierra de Ojén, donde se reunieron con sus amigos.

Días después de esta visita, ha transcendido cuál fue la auténtica diversión de Jared Kushner, el yerno del que fue presidente de los Estados Unidos, en este popular término de la Costa del Sol: cacerías al más puro estilo apache, con sus arcos y flechas incluidas, para matar jabalíes que deambulan por la zona en manada, en busca de agua y alimento. Según ha sabido este medio, vecinos de La Mairena, la zona donde está ubicada la finca del artista, denunciaron lo que allí estaba pasando. «Ellos estaban con sus arcos y sus flechas, no dábamos crédito. Pensábamos que era una broma macabra, del medievo. Nos alertaron los terribles bramidos de los jabalíes, agonizando, y ruidos que no podemos especificar, que nunca sabremos a qué distancia se produjeron ni con qué autorización, pero que se oyeron perfectamente desde las casas».

Se da el caso que el terreno donde Jared Kushner promovió la batida de las piaras de jabalíes que habitan el paraje fue devastado por el terrible incendio que tuvo lugar hace unos años en la Costa del Sol y quedó apenas sin vegetación. Este hecho provoca que los animales que habitan esta ladera salieran para sobrevivir en busca de alimento y agua. El mismo Julio Iglesias apareció muy afligido, después de este terrible siniestro en las portadas de los medios de todo el mundo. Afirmó que «me siento desolado, el incendio ha sido una de las noticias más tristes de mi vida. Se ha calcinado todo. Nuestra finca contaba con gran cantidad de árboles traídos expresamente de distintas partes del mundo, una de mis colecciones más queridas, y ya no queda nada», dijo a la Prensa poniendo en el foco internacional las quemas que asolan España cada verano y destruyen su riqueza medioambiental, su fauna y su flora.

Pero hay más. Una vez que se ha conocido la información, grupos ecologistas locales investigan la legalidad de la cacería de los Trump en Málaga. Vayamos por partes. El modo de caza de arco y flecha se ha hecho muy común en las batidas contra los jabalíes. El yerno de Donald Trump y sus amigos, arco en mano, abatieron con los flechazos a sus presas. Todos se preguntan ahora si tenían los permisos oportunos. Precisamente una de las asociaciones ecologistas de la Costa del Sol es la que está investigando los extremos legales de esta cacería en los terrenos de la Mairena y de si el dispositivo de los cazadores estaba permitido.

Colección de cabezas

En la zona alta de la zona de Elviria se pueden avistar los cerdos salvajes hasta de día, el río en estos parajes no lleva agua y en su curso se ha generado una cobertura vegetal que ofrece un refugio idóneo a los jabalíes, donde ha crecido la maleza, el amparo necesario para pasar desapercibidos durante el día. Cuando cae la noche comienzan a desfilar las familias de jabalíes llegando a formar auténticas piaras y es el momento que aprovechó la familia Trump para iniciar el linchamiento y engordar su colección de cabezas de jabalíes, que tanto les gusta a ciertos norteamericanos para colgar en sus paredes.

Miranda Rijnsburguer e Ivanka son íntimas. Es por eso que la esposa de Julio Iglesias estuvo encantada de recibirles en su finca española en los días de vacaciones que los Trump pasaron este verano en nuestro país. A la hija del ex presidente de los Estados Unidos también le une al cantante algunos negocios: Ivanka les compró un terreno en Indian Creek, una zona de Florida conocida como el búnker de los famosos por sus extremas medidas de seguridad, de más de 18.000 metros cuadrados, con playa privada. Julio Iglesias lo vendió por 27 millones de euros. La propiedad está muy cercana a la casa de los Iglesias, y es habitual ver a ambas familias paseando por esta exclusiva zona de Miami.

De la visita de la familia Trump a Marbella no han transcendido fotografías. Solo las que la misma Ivanka incorporó junto a su hija, Arabella, en la casa deJulio Iglesias, donde ambas aprovecharon para dar un paseo a caballo por los alrededores de Cuatro Lunas. Después de la estancia en la casa del artista, los Trump sí se fotografiaron en Ibiza y Formentera, visitando rincones inigualables de las Pitiusas: allí disfrutaron de sus puestas de sol, sus calas, su comida y también su música. En esa zona no fueron vistos con ninguno de sus tres hijos, Arabella, de doce años; Joseph, de nueve, y Theodore, de siete. Pero sí iban muy bien acompañados por un grupo de amigos, entre los que se encontraba el famoso DJ y productor francés David Guetta, con el que surcaron el mar a bordo de un lujoso yate de 27,5 metros de eslora, con capacidad para doce personas y provisto con cuatro camarotes dobles, cuyo precio de alquiler por día es de 10.000 euros.

Beceite y John Trump

Ivanka no es la única persona de esta poderosa familia estadounidense que caza en España. En 2011 Donald John Trump Jr., el hijo mayor del ex presidente de los Estados Unidos, pasó un fin de semana en la provincia de Teruel, en concreto en la comarca del Matarraña. Beceite es una zona de caza de macho montés. Él mismo fue el encargado de desvelarlo y colgó doce fotos, con algunos momentos de su excursión, en su cuenta de Instagram, que cuenta con más de un millón de seguidores. Aparece posando junto al paisaje del Matarraña y una casa de piedra y sin ventanas.

Al primogénito de Trump le embelesó la zona: «Un paisaje realmente increíble aquí en España este fin de semana», escribió. Trump junior visitó varios municipios de la provincia, entre ellos Beceite y Nogueruela y se hospedó en Mora de Rubielos. El amplio despliegue de seguridad organizado por la Guardia Civil y también por los servicios de seguridad de Estados Unidos llamó la atención de los vecinos. El hijo del presidente iba acompañado por dos guías y cazadores profesionales españoles, Pablo Carol y Joaquín Vadillo. La fascinación de la familia Trump por España y su riqueza cinegética está más que probada.