Confesión sorpresa

Linda Evangelista supera el cáncer de mama dos veces en 5 años en secreto

La modelo ha querido desvelar otro de los motivos por los que se retiró de la vida pública. Ha ganado la batalla dos veces, pero se ve con “un pie en la tumba”

Linda Evangelista
Linda EvangelistaInstagram

Linda Evangelista era una de las supermodelos que supo reconvertirse desde sus pasos por las pasarelas hasta ser el reclamo publicitario predilecto de las grandes compañías. Estaba en todos los saraos importantes en los que se citaban las grandes maniquíes internacionales, pero por sorpresa desapareció del mapa mediático y se escondió en su hogar. El motivo era la vergüenza que su nuevo aspecto físico le provocaba, lo que le sumió en la más profunda tristeza, y es que las fatales consecuencias de un tratamiento estético había desfugurado sus facciones. En 2021 regresó para narrar su drama, pero ahora, dos años más tarde, regresa a los titulares con fuerza, pero para anunciar que ha batallado contra el cáncer de mama hasta dos veces en cinco años.

Parecía que Linda Evangelista estaba recuperando las ganas de vivir después de haber quedado “permanentemente desfigurada”, usando sus propias palabras. Había recuperado en parte su trono mediático, ahora como rostro principal de la serie ‘The Super Models’ o en portadas de revista de moda como ‘Vogue’. Pero ahora ha vuelto a salir en la primera plana de un medio para conmover a todos. Se trata de la revista ‘WSJ’, donde ha reconocido que en los últimos cinco años ha tenido que hacer frente a dos cánceres de mama, otro de los motivos por los que se ocultó del mundo y que antes había preferido ocultar al mundo.

“Lo he mantenido en secreto”, reconoce la propia Linda Evangelista, que confiesa que “solo un puñado de personas lo sabía. Y simplemente no soy una de esas personas que tiene que compartirlo todo”, se defiende. La modelo no quería que su enfermedad fuese motivo de acoso mediático y preocupación popular, por lo que optó por compartirlo solo con aquellos que considera su círculo más íntimo. “Pensé para mis adentros que compartiré esto algún día, pero mientras estoy pasando por esto, absolutamente no. No quiero que el ‘Daily Mail’ espere fuera en la puerta como hace cada vez que sucede algo. ‘Linda vista por primera vez desde bla bla bla”, asegura firme.

Linda Evangelista ha narrado cómo le llegó el primer diagnóstico de cáncer de mama. Fue en diciembre de 2018, cuando acudió a una prueba rutinaria. Este paso de ponerse en manos profesionales para ver qué podría pasar le salvó la vida, dado que le detectaron el inició de un cáncer y pudo ponerse manos a la obra para sanar: “Los márgenes no eran bueno y por otros factores de salud, sin dudarlo, porque quería dejar todo atrás y no tener que lidiar con esto, opté por una mastectomía bilateral. Pensar que estaba bien y preparada para la vida. El cáncer de mama no iba a matarme”, confiesa ahora la modelo.

Sin embargo, el cáncer de mama volvió a materializarse el pasado mes de julio, cuando se le detectó un nuevo bulto en el pecho a través de una resonancia magnética: “Cavad un agujero en mi pecho”, llegó a decirle Linda Evangelista a los doctores, pues ya no le importaba el aspecto físico si en juego estaba su vida: “No quiero que sea bonito. Quiero que excaves. Quiero ver un agujero en mi pecho cuando hayas terminado. ¿Me entiendes? No me voy a morir por esto”, solicitaba la modelo, que a ella misma se pedía que “Simplemente hacer lo que tienes que hacer para superarlo y eso es lo que hice”.

Linda Evangelista, ahora, y en los años 90
Linda Evangelista, ahora, y en los años 90Linda EvangelistaLinda Evangelista

De hecho, Linda Evangelista habla ahora sobre cómo la prensa incluso se hizo eco de pistas que podrían haber desvelado su drama médico secreto. “¿Qué esconde debajo de ese vestido?”, llegó a ver la modelo en la prensa, justo cuando “me acababan de quitar los tubos de drenaje”. Ahora ya puede respirar algo más tranquila tras haber superado su segundo cáncer de mama, aunque sabiendo que esta guerra puede presentar batalla por sorpresa más adelante, por lo que deberá confiar en los análisis y pruebas rutinarias para mantenerse a salvo. Aunque ella no sea del todo positiva respecto al futuro: “Sé que tengo un pie en la tumba, pero estoy totalmente en modo de celebración”, zanja.