Opinión
El diario de Amilibia: Jessi, sienta un pobre a tu mesa
Estoy dispuesto a cumplir con esa tradición si la presunta novia de Ábalos quisiera
Leo: «Koldo, el ex asesor de Ábalos, no explicó la compra del chalé, el pago del alquiler del piso a su novia y aludió una ‘‘tradición familiar’’ para justificar que tuviese 37.000 euros en su casa». Le faltó añadir, como nota de color en estas fechas y para ablandar el corazón de los jueces, que era una traición navideña. Se trataba de una costumbre familiar, aclaró, «que ya tenían sus padres». Un hábito de lo más hogareño y entrañable: si vienen de visita unos amigos, que no falte de nada en casa de los García Izaguirre. No soy muy dado a las tradiciones, no gasto colorido jersey de renos ni gorro rojo, pero de todos modos estoy dispuesto a escribir una carta al Papá Noel de la Moncloa para que me deje bajo el árbol iluminado que no tengo una cajita tradicional con los 37.000 euros tradicionales.
Es mi única esperanza de cara al duro año que se le avecina a este vejestorio, pues ya ha avisado amablemente el profesor Félix Ovejero que no podemos esperar nada de los intelectuales, ni tan siquiera una botellita de sidra El Gaitero o un paquete de polvorones. Tampoco puedo ni debo esperar un modesto detallito de Víctor de Aldama. Pero antes de que Richard Gere me conceda la casita de árbol en su casa de La Moraleja, a ver si queda alguna habitación libre en el piso que Koldo dispuso para encuentros de diversa naturaleza de sus jefes, que eso si que sería la leche en polvo, sobre todo si además me apadrinan las encantadoras y generosas señoritas que acudían a las tertulias filosóficas con Ábalos y el mismo Koldo. Ah, y si Jéssica, la presunta novia de Ábalos, quisiera sentar un pobre a su mesa navideña, estoy dispuesto a cumplir con esa tradición. Como poco, Jessi.
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