Ronda de bares: Cádiz es mucho Cádiz

Por los bares de la Tacita siempre hay un aliciente en cada conversación, chanza o divagación. De eso saben mucho los gaditanos, que no necesitan excusa para el verbo afilado ni para el aperitivo sentido. Apostarse en una barra es aquí un acto de civilización, un gesto heredado que se ejecuta con elegancia distraída. El bar en Cádiz no es solo lugar de paso: es trinchera, observatorio, confesionario y patio de vecinos. Pero también hay quien cultiva cierto orden en esta república de la improvisación. Como los que empiezan su ronda en Cumbres Mayores, que fue antaño la cervecería del puerto, lugar de paso de marinos con sed y señores con apetito. Junto al Barril de Puerta Tierra comparten leyenda urbana, cruz blanca en los vasos y costumbre de buen tapeo.

Es uno de los bares menos gaditanos de Cádiz, y, sin embargo, uno de los más frecuentados por los propios gaditas. Es el triunfo del varetazo serrano en tierra de ostiones. Aquí se sirve panceta ibérica gloriosa, bien crujida, bien vuelta, que se derrite sin pedir permiso. Acompañan guisos de carne con abolengo: carrillada, rabo de toro, y otras maravillas que huelen a cocina antigua y a campiña. En la barra, media libreta de manzanilla, que fluye entre charla y charla como si fuera un secreto compartido.

Hay mucho despistado que cree que en la capital gaditana se bebe vino del Marco de Jerez en abundancia. Ojalá. Pero lo cierto es que, salvo algunos nuevos taberneros con arrestos y querencia, no ha tenido suficiente pujanza ese mundo mágico de los generosos. El gaditano, con lo suyo, es caprichoso y a menudo cervecista de nacimiento. Pero cuando uno encuentra un sitio donde se puede hablar con gracia, comer con fundamento y beber con cierta fe, da igual el protocolo. Cádiz, en el fondo, se resume en eso: un lugar donde la vida cabe en una caña, una tapa y una sonrisa. Porque Cádiz, sí… es mucho Cádiz.

Mesón Cumbres Mayores

Calle Zorrilla, 4, 11003 Cádiz

Tlf: 956213270