Psicología
Alejandro Sanz, otro de tantos: ser famoso, "factor de riesgo" de sufrir trastornos de salud mental
Hablamos con una psicóloga sobre los trastornos que sufren varios rostros conocidos en este sentido y que hablan de ellos abiertamente
“No estoy bien. No sé si esto sirve de algo pero quiero decirlo. Estoy triste y cansado”. Estas fueron las palabras que Alejandro Sanz compartió en su cuenta oficial de Twitter y que despertaron las alarmas sobre su salud mental, extendiendo la preocupación entre sus seguidores, fans y seres queridos. No ha sido el primero, y seguramente no sea el último, en sincerarse públicamente sobre su estado anímico, sumándose a una tendencia muy extendida en los últimos meses entre otros muchos rostros conocidos.
De hecho, en un lapso de tiempo muy breve, han sido varios los rostros populares que se han pronunciado abiertamente sobre su salud mental, empezando por Dani Martín. El cantante también confesó en sus redes sociales que no estaba pasando por su mejor momento y que necesitaba “parar”, un mensaje similar al que hace apenas dos semanas publicó Laura Escanes en su perfil oficial de Instagram. La influencer lamentó que había sufrido un fuerte episodio de ansiedad y pánico que la obligó a cancelar un compromiso profesional a última hora, una solución que no todos los profesionales se pueden permitir.
“Lamentablemente, el común de los mortales tenemos que llegar a situaciones de malestares o angustias muy acusados para siquiera considerar la posibilidad de tomarnos un descanso laboral. Me encuentro con cantidad de pacientes en consulta que acuden a trabajar de manera diaria con agudísimas sintomatologías ansiosas, y solo cuando este malestar se llega a límites incompatibles con el desarrollo normativo de su vida diaria, es cuando se plantean consultar con un profesional y/o solicitar bajas médicas”, comenta a LA RAZÓN Clara Roldán, Psicóloga General Sanitaria del Centro de Psicología y Psicoterapia Argensola.
Sobre el creciente número de personajes populares que parecen atravesar baches de salud mental, esta profesional sugiere que la exposición pública a la que están sometidos puede suponer “un factor de riesgo” a la hora de sufrir este tipo de trastornos, sobre todo por la presión que para ellos implica la exigencia de mantener una imagen “perfecta” ante sus seguidores. “La concepción del éxito o el fracaso en personas famosas viene determinada, además de por el desempeño de la propia profesión que ejercen, por la mirada que reciben del resto. Parece que poder ofrecer una buena imagen socialmente es más importante que nunca. Poder mantener el estatus de persona conocida, que esté en boga para la gente, ofreciendo una imagen congruente con lo esperado por ellos, y que además represente el éxito profesional, supone una tiranía constante que no puede prolongarse indefinidamente”, explica.
¿Adictos a compartir su intimidad o esclavos del público?
Aunque los problemas de salud mental han acompañado siempre a muchos artistas y rostros conocidos, no ha sido hasta hace poco cuando algunos se han animado a pronunciarse públicamente sobre el mal que les afecta. Por fortuna, este asunto ha dejado de ser un tabú, en parte, gracias a la naturalidad con la que públicamente se habla de él, pero, aunque ayude a dar visibilidad a este tipo de trastornos, compartir de forma masiva aspectos tan íntimos de la vida privada puede acarrear algunas consecuencias.
“Podemos hipotetizar diferentes motivos por los cuales llevan a cabo estos comunicados, tales como que el propósito pueda estar relacionado con el intento de visibilizar que también ellos pueden sufrir diferentes tipos de malestares o trastornos, o que lo hagan desde la obligación, casi como si de pedir permiso se tratase, y desde una posición de absoluto temor a las repercusiones que esto pueda ocasionar. El hecho de compartir la intimidad y recibir miradas del resto, puede generar un hábito adictivo. Para todos es grato recibir aprobación por parte del entorno, o actuar adecuándonos a las expectativas que otros pueden generar sobre nosotros. Pero si este entorno se extrapola a grandes poblaciones a nivel internacional, las exigencias se multiplican, pudiendo tener resultados devastadores en la propia persona que los sufre”, mantiene Clara Roldán.
La psicóloga, además, aconseja a estos rostros con trabajos con mucha proyección pública que vean la psicoterapia como una herramienta preventiva, y “no como medida frente a la aparición de malestares acusados”. Para ellos, “contar con un acompañamiento profesional psicoterapéutico resulta crucial”, y destaca la importancia de “poder establecer un trabajo psicoterapéutico en el que se contemple el mundo de los deseos y las metas, con los aspectos de la realidad de cada sujeto y el mundo del juicio crítico al que se exponen. Además, sería clave poder reconsiderar el respeto a aspectos de su privacidad. En caso contrario, estaríamos hablando de una especie de esclavitud injusta e insostenible”.
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