
Leyenda del beisbol
Alex Rodríguez: anatomía de un narcisismo americano (antes y después de JLo)
El hombre que fue héroe nacional, padre negociado a medianoche por su madre, novio de medio Hollywood, Narciso en una portada, paria por dopaje… y ahora penitente premium en HBO

Alex Rodríguez lleva veinte años siendo un espejo roto del sueño americano. Su cara se hizo global por Jennifer Lopez. Pero en Estados Unidos, su nombre tiene otro peso específico: símbolo de la arrogancia de la era post-2000, cuando los atletas pensaban que eran más grandes que sus propios deportes.
Alex vs A-Rod -el documental de HBO- opera como terapia filmada. Él mismo lo dice: hay una arrogancia que viene del poder, esa sensación de que eres demasiado importante para que te pillen. Y en su caso, no es teoría: es literal. El mayor escándalo de dopaje que recuerdan las Grandes Ligas.
La otra cara del mito
Antes de todo eso, ya había sido joven dios: ascendencia dominicana, ojos verdes, jugador más joven en llegar a 500 home runs; récord desde 1939. Contratos que parecían ciencia ficción: diez años por 275 millones de dólares con los Yankees en 2007. Y romances que hacían sistema en la prensa: Kate Hudson, Cameron Diaz dándole palomitas en la Super Bowl. La iconografía A-Rod no necesitaba metáforas: estaba él besando su propio reflejo para Details en 2009. Narciso en alta resolución, pre-Instagram.
La otra cara del mito: su madre. Doña Lourdes, secretaria de día, camarera de noche, negociando a las dos de la mañana un millón y medio de dólares con los presidentes de los Mariners para su hijo de 18 años, y cerrando a las tres de la madrugada. El origen de todo estaba ahí: la fe materna como fuerza sísmica, el contrato como cuna.
Luego, llegó la caída. Y fue fea. Bosques de testosterona, hormona de crecimiento, un falso médico, Biogénesis Miami, extracción de sangre en clubs nocturnos. Pagos de 12.000 dólares al mes. Catorce deportistas implicados. Y Alex mintiendo dos años como víctima de caza de brujas hasta que confesó ante la DEA en enero de 2014. Resultado: 162 partidos de sanción. La suspensión más alta en la historia del béisbol.
Hoy, Rodríguez dice en Fallon que perder el Salón de la Fama fue -paradójicamente- lo mejor que le ha pasado. Lo obligó a terapia. A entender su infancia. A convertirse en un mejor padre. A ubicar su ego en otro sitio.
El documental no quiere solo contar la caída: quiere separar al personaje del hombre. Literalmente: Alex vs A-Rod. Lo dirige Gotham Chopra. La pregunta implícita es esta: ¿se puede volver a creer en alguien que mintió tanto? Él está intentando contestar: quiere ser "un hombre con integridad y carácter, alguien en quien puedas confiar".
Mientras tanto, vive con sus hijas. Está con una nueva pareja -la fisicoculturista canadiense Jaclyn Cordeiro- y mira el juego como comentarista. Ya no puede batear. Pero puede narrar. Y en la nueva economía emocional del deporte, eso vale casi lo mismo: vender una versión de sí mismo que sea creíble. Después de haber sido, literalmente, el hombre que se besaba en el espejo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar


