
Empresaria
Ana Soria: entre el amor y la ambición profesional, la nueva vida de la joven almeriense junto a Enrique Ponce
Compagina su máster con nuevos proyectos empresariales y una relación que sigue tan consolidada como el primer día

No ha sido un camino sencillo para Ana Soria. La joven almeriense, que lleva más de cinco años de relación con Enrique Ponce, ha tenido que aprender a equilibrar los focos mediáticos, el amor y sus aspiraciones profesionales. Pero el esfuerzo ha dado sus frutos: a mediados de 2024 consiguió terminar la carrera de Derecho, una meta que le inculcó desde niña su padre, abogado de reconocido prestigio. "Sueña con seguir sus pasos", cuentan quienes la conocen bien, y por eso ahora se encuentra inmersa en un máster que la acerca un poco más a su objetivo de convertirse en una letrada de éxito.
Sin embargo, su horizonte va más allá de los tribunales. Ana, que cumplió 27 años a comienzos de septiembre, ha demostrado tener una inquietud emprendedora que la ha llevado a diversificar su camino. Desde finales de 2021 figura al frente de Kranevitt’e 22 S.L., una empresa fundada junto a Enrique Ponce dedicada al sector inmobiliario. La sociedad nació poco más de un año después de que la relación entre ambos se hiciera pública, tras la separación del diestro de Paloma Cuevas. Una muestra de que la pareja no solo comparte vida sentimental, sino también intereses profesionales y proyectos comunes.
Empresa hostelera
Pero la historia empresarial de Ana no termina ahí. Según ha adelantado "El Español", la joven también forma parte de Grupo Soria y Martul S.L., una nueva sociedad registrada este mismo verano. En esta ocasión, Ponce no aparece como socio, sino su hermano, José Soria, y un amigo cercano, César. El objeto social de la empresa apunta hacia el sector de la hostelería: "la prestación, gestión y explotación de la actividad de restauración y cocina en restaurantes, cafeterías y bares en toda clase de establecimientos, incluso al aire libre y en régimen de concesión o franquicia". Una apuesta que muestra la versatilidad y ambición de Ana, dispuesta a explorar nuevos terrenos más allá de su formación jurídica.

Mientras tanto, su historia de amor con Enrique Ponce continúa firme, ajena al ruido exterior. Él, a sus 53 años, ha dejado atrás los ruedos y se ha asentado definitivamente en Almería, la tierra de su pareja, donde ambos disfrutan de una vida tranquila frente al mar. En redes sociales, Ana no duda en compartir pequeñas dosis de su felicidad: "Te amo, mi vida", escribía hace unas semanas junto a una fotografía en la que se les veía cómplices y sonrientes. "Septiembre se queda en nuestro corazón", añadía, sin desvelar qué motivo hacía tan especial ese mes para la pareja.
Cinco años después de aquel flechazo que acaparó titulares, Ana Soria y Enrique Ponce demuestran que su historia no era un amor pasajero. Ella, centrada en sus estudios y sus empresas; él, retirado y más dedicado a su vida personal. Juntos han construido un equilibrio entre la serenidad y la ambición que define esta nueva etapa: un amor maduro que evoluciona con la misma constancia con la que Ana sigue labrando su futuro.
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