
"Desafortunadamente, amo"
Las confesiones virales de Drew Barrymore, Naomi Watts y Kate Hudson: "no llevar bragas", "estar soltera" e "ignorar mis mensajes"
Tres divas de Hollywood convierten sus secretos más íntimos en un fenómeno digital que mezcla humor, autenticidad y un inesperado aire liberador

Las estrellas de Hollywood ya no solo deslumbran en la alfombra roja. Ahora también lo hacen en la pantalla de un móvil, convertidas en protagonistas de tendencias virales que sacan a la luz sus facetas más humanas, cómicas y, por qué no, vulnerables. La última prueba llega de la mano de Kate Hudson, que con un vídeo en TikTok inauguró un desfile inesperado de confesiones en clave de "guilty pleasures" bajo la etiqueta "Unfortunately I Do Love" ("Desafortunadamente, amo").
La actriz y cantante enumeraba sin tapujos lo que, según ella, son sus mayores debilidades: "ignorar mis mensajes, emborracharme con vino, un micrófono, un viaje de chicas, no llevar bragas, comprar online, perder mi teléfono, bailar en público y un dirty martini". Una lista tan desinhibida como divertida, grabada con un tono espontáneo que desató la risa de millones de seguidores y convirtió a Hudson en inesperada musa de TikTok.
El gesto no tardó en encontrar eco en otras compañeras de industria. Naomi Watts, siempre elegante pero con un sentido del humor afilado, decidió llevar la tendencia a su propio terreno: el de la menopausia, una etapa que ha transformado en bandera personal y profesional. La actriz, que en 2025 publicará "Me atrevo a contarlo" (Lunwerg Editores), un libro con anécdotas y testimonios sobre el climaterio, aprovechó el formato digital para desmontar estigmas.
"Si digo que tengo calor, me estoy derritiendo. Siempre llevo conmigo un abanico. La niebla mental es real. Si me olvido de tu nombre, recuérdamelo", admite en su vídeo, mientras confiesa también que llora con anuncios publicitarios y que se niega a volver a sufrir con tacones altos. Entre risas, lanza una advertencia doméstica que se ha vuelto meme: "No se te ocurra tocar el termostato". El timing fue perfecto: en segundo plano, se escucha a su hija anunciando que bajará el aire acondicionado. "¡NO lo toques!", grita Watts, entre dramática y cómplice.
El fenómeno alcanzó otra dimensión cuando Drew Barrymore, reina absoluta de la autenticidad en Hollywood, se sumó al reto, confesando que Hudson había sido su inspiración directa. Con su habitual mezcla de ternura y comicidad, enumeró lo que más disfruta sin remordimientos: "estar soltera, llevar trajes, quitarme las extensiones, el filete de pescado de McDonald’s o el pescado en general, hablar sobre la menopausia, salir en chándal, reorganizar la habitación, la cafeína y mi dragón barbudo".
El vídeo, en el que Barrymore aparece tan natural como siempre, confirma lo que sus seguidores ya saben: que su encanto radica en no tener miedo de mostrarse imperfecta. Y en esa imperfección, brilla todavía más.
Lo curioso de esta tendencia es cómo tres actrices de Hollywood, que podrían vivir cómodamente en la distancia del mito, han preferido jugar en la arena digital de la imperfección y la cercanía. Hudson lo hizo con humor festivo; Watts, con un manifiesto vital que combina comedia y reivindicación; y Barrymore, con la naturalidad de quien nunca se ha sentido cómoda en los moldes convencionales.
Entre risas, confesiones y microvídeos, lo que revelan estas divas no es tanto el peso de sus placeres culpables como la ligereza con la que se los permiten. Y ahí, quizá, está la clave del éxito viral: en descubrir que, incluso en Hollywood, la felicidad también se encuentra en un Martini, un ventilador portátil o un filete de pescado de McDonald’s.
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