Los Windsor
Este es el apodo con el que Carlos III se refería a Meghan Markle
El carácter de Meghan Markle quedó patente en el seno de la familia real británica desde su llegada.
Es de sobra conocido que la relación entre Meghan Markle y el príncipe Harry con el resto de la familia real británica es prácticamente inexistente. Pero no siempre fue así. Los duques de Sussex mantenían una relación cordial con Carlos III y el resto de los Windsor, o cuando menos educada. Por eso cobra especial relevancia el apodo con el que el monarca se refería a su nuera y que evidencia el fuerte carácter que la exactriz mostró desde su llegada a la realeza.
La muerte de Isabel II y, por tanto, el fin de su reinado vino acompañado de cambios en la monarquía británica. La subida al trono de Carlos III acompañado de su esposa, la reina Camilla, asumían todo el peso de la institución, apoyados principalmente por los príncipes de Gales, William y Kate. Sin embargo, el anuncio de cáncer del soberano, así como el tratamiento de quimioterapia preventiva al que también tenía que someterse Kate Middleton, ponían a los Windsor en el centro del foco mediático. Una situación delicada que provocaba un cambio de actitud en el príncipe Harry, deseoso de un acercamiento a su padre... sin grandes resultados.
"Durante sus primeros seis meses en Estados Unidos, Harry encontró todo nuevo y emocionante, pero el glamour definitivamente está desapareciendo. Por grande que sea su jardín, y el jardín de Harry y Meghan Markle en Montecito es enorme, no hay mucho que pueda hacer cuando no tiene habilidades prácticas y siempre ha pagado a gente para que cocine, limpie o haga de jardinero por él. Harry nunca ha hecho ninguna de estas cosas, por lo que después de sacar a pasear al perro por la mañana, encuentra el día excesivamente largo y la vida con su esposa solitaria", apuntaba un experto en realeza al periódico "The Mirror".
Harry y Meghan Markle se mudaron a California en 2020, tras salir de la familia real británica y renunciar a sus responsabilidades reales. Una decisión que marcó en lo sucesivo la relación con Carlos III y también la de la exactriz de "Suits" con su suegro, a quien este se refería con el apodo: "tungsteno", en referencia a un metal entre blanco y gris, que se usa para formar aleaciones y que se caracteriza por su dureza y flexibilidad, así como su resistencia al desgaste.
Según cuenta Katie Nicholl, experto en royals, en el libro "The New Royals: Queen Elizabeth's Legacy and the Future of the Crown" (en castellano, "Los nuevos royals: el legado de Isabel y el futuro de la corona"): "Carlos apodó a su futura nuera 'tungsteno' por su capacidad de resistencia y dureza, como el metal, que es extremadamente fuerte y difícil de romper".
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