Estado de salud
Kiko Rivera, tras ser operado de una afección cardíaca: «Todo ha salido bien, gracias a Dios»
El pasado 14 de julio, el DJ fue ingresado en un hospital de Sevilla. Allí continúa su recuperación
Llevaban casi tres años sin verse, ni una simple llamada telefónica, ni un te echo de menos. Silencio personal y ataques públicos de Kiko Rivera a su mediática madre, Isabel Pantoja. Pero una triste circunstancia les acaba de reconciliar. El pasado viernes el Dj era ingresado en el hospital sevillano Vithas, cercano a su casa de la localidad de Castilleja de la Cuesta, por un problema de corazón. Y la tonadillera dejaba a un lado antiguas rencillas familiares y se presentaba en la habitación de su hijo, quien la recibía emocionado con un gran abrazo, porque era consciente de que ese momento iba a ser muy especial en sus vidas.
Riverase expresaba así en su perfil de Instagram: «Gracias mamá por venir a verme y por pasar esa tarde juntos, que para nosotros fue tan necesaria. Perdón, perdón por las formas, perdón por no saber controlarme y perder los nervios de una manera que no me caracteriza. Mi corazón necesita sanarse y para ello os necesito a todos y así va a ser. Me voy a tomar unos días después de las intervenciones necesarias para recuperarme y volver lo antes posible».
El fin de semana le daban el alta, pero tenía que regresar a ese centro sanitario para someterse a un cateterismo ayer lunes. Una fuente de su entorno asegura que «no he visto a Kiko nervioso. Siempre ha confiado en los médicos de ese hospital en el que ya ha estado en otras ocasiones por distintos motivos. Es un hombre muy animoso».
Ayer, a primera hora de la mañana, Rivera escribía de nuevo en su perfil social: «Hoy es un día muy especial en mi vida, hoy salimos de dudas con el cateterismo. Una parte de mi corazón no funciona en condiciones, pero no se alarmen, todavía sigo vivo y con ganas de vivir». A las tres y media de la tarde, poco después de salir del quirófano, en el que había entrado a las dos, expresaba su alegría con una frase muy significativa: «Todo ha salido bien, gracias a Dios». De nuevo, Isabel estaba presente junto al artista. Afortunadamente las aguas han vuelto a su cauce y madre e hijo empezarán de cero, aunque sabemos que habrá una reunión familiar en la finca «Cantora» para aclarar definitivamente todos los motivos de sus desencuentros.
Lo que no parece tan claro es que Irene Rosales y su suegra vayan a hacer las paces fácilmente. Están completamente distanciadas y hará falta que Kiko intervenga para que las dos grandes mujeres de su vida se unan de nuevo. Tarea un tanto complicado por sus grandes desacuerdos.
«Somos un equipo»
Irene Rosales también subía a sus redes sociales un mensaje muy cariñoso hacia su marido: «Aquí vamos a estar todos siempre a tu lado porque somos un equipo. Te quiero, te quiero para los momentos buenos, te quiero para los momentos malos y te quiero a mi lado siempre».
Tampoco hay buena sintonía entre el Dj y su hermana Isabel. La hija de Pantoja confesaba en el plató del programa en el que colabora que «con mi hermano no tengo relación por razones obvias, pero lo importante ahora es que se encuentre bien. Yo he tenido que hacer lo que he hecho porque la última vez no fui bien recibida…». De momento, parece poco factible que su hermano sea uno de los invitados a la boda de Isa y Asraf Beno, que tendrá lugar el próximo 13 de octubre, a las seis y media de la tarde, por lo civil, en una finca cercana a Sevilla.
Los médicos le han recomendado al recién operado que cuide más y mejor su salud, para evitar futuros sustos cardíacos. Él mismo ha reconocido que «pienso seguir al pie de la letra los consejos facultativos. No quiero ningún grave contratiempo».
Volviendo a la reconciliación con su madre, desde el círculo más cercano a la artista confirmar «la inmensa alegría de Isabel tras reconciliarse con Kiko, porque eso significa que volverá también a reencontrarse con sus nietos, a los que echa tanto de menos. Ella está deseando abrazarles y ejercer de nuevo de abuela».
El próximo 2 de agosto, Isabel celebrará su 67 cumpleaños y quiere reunir en «Cantora» a sus dos hijos y a sus nietos. Desde que murió su madre, doña Ana, no había hecho ninguna fiesta familiar, y en esta ocasión es como si recuperara el tiempo perdido. En el fondo, es lo que llevaba deseando desde hace tiempo a pesar de las desavenencias con Kiko.
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