Sus razones

Localizan a Silvia Bronchalo en la isla en la que Daniel Sancho asesinó a Edwin Arrieta

Allí ha visitado la comisaría en la que su hijo denunció la desaparición de la víctima

Silvia Bronchalo
Silvia BronchaloGtres

Las alarmas sonaban esta mañana después de que se diera a conocer que Silvia Bronchalo, la madre de Daniel Sancho, no ha visitado este jueves a su hijo en la prisión de Koh Samui, en la que se encuentra desde que fue acusado de asesinar y descuartizar a Edwin Arrieta.

Se trata de la primera vez que la exactriz falta a su cita con su hijo desde que aterrizó en Tailandia, hace ya dos semanas, y aunque se barajaban varias posibilidades para explicar su ausencia, incluso se ha planteado que hubiera regresado a España, ha sido localizada en la isla de Koh Phangan, la misma en la que se produjo el asesinato del cirujano colombiano.

La isla se encuentra a solo 15 kilómetros de Koh Samui, y se desconoce el motivo por el que Silvia Bronchalo ha viajado hasta allí, pero sí se ha confirmado que ha visitado la misma comisaría en la que Daniel Sancho denunció la desaparición de Edwin Arrieta, pocas horas antes de que acabara siendo detenido, acusado de haberlo matado. Según se ha explicado en “En boca de todos”, su visita a las autoridades que trabajan en la investigación del caso estaba “planeada” y podría obedecer simplemente al interés de una madre por conocer el destino que aguarda a su hijo.

Silvia Bronchalo, madre de Daniel Sancho
Silvia Bronchalo, madre de Daniel SanchoMediaset

En los últimos días se ha barajado la posibilidad de que Rodolfo Sancho también ponga rumbo a Tailandia para reunirse por fin con su hijo. Algunos medios aseguran que Daniel Sancho podría disfrutar de un largo vis a vis con sus padres, un encuentro que le vendría muy bien pero al que no pueden acceder otros presos, según ha manifestado otro reo de la prisión de Koh Samui. Al parecer, al chef se le conoce allí como “el rico” por las comodidades que puede permitirse gracias a las ayudas económicas de su familia, que van desde un colchón más cómodo al de resto de reclusos hasta comida mucho más apetecible.