
Entrevista
Macarena Gómez: "No me preocupa lo que digan de mí"
La actriz fue una de las asistentes al Festival de Cine de Ibiza, y allí se sinceró con LA RAZÓN sobre sus recientes polémicas

El de Macarena Gómez es de esos rostros familiares con el que millones de telespectadores han crecido. Aunque en su trayectoria profesional se encuentran numerosos títulos previos a «La que se avecina», fue la comedia de los hermanos Caballero la que disparó sus niveles de popularidad, pero lejos de encasillarse en Lola Trujillo, la actriz ha demostrado talento para dar vida a múltiples y variopintos personajes. Desde una mujer poseída por el poder del diablo en «30 monedas» hasta una madre sobreprotectora en «Sagrada familia», pasando por la siniestra Montse en «Musarañas», una interpretación que le valió la nominación a un Premio Goya en 2015 en la categoría de Mejor Actriz Protagonista.
Un destacado currículum a sus 47 años -muy bien llevados- que la llena de orgullo. «Yo estoy muy contenta con la carrera que llevo», dice contenta a LA RAZÓN, aunque todavía sueña con papeles que no llegan: «Me gustaría hacer una película de acción, interpretar un personaje a lo Lara Croft». La actriz fue una de las invitadas la semana pasada a la VIII edición del Festival de Cine de Ibiza, Ibicine, una cita algo deslucida por la lluvia pero a la que acudió «feliz porque cuantos más festivales se hagan, mejor. Eso quiere decir que se apoya al cine español, y yo estoy muy orgullosa de Ibicine, porque empezó siendo muy pequeño y ahora mismo estoy flipando. Después de ocho ediciones, lo veo muy grande y tiene mucha repercusión».
Macarena Gómez: "Las plataformas me dan de comer"
La sensación generalizada entre otros compañeros que no faltaron a la cita, como Carlos Bardem, Kira Miró o Javier Gutiérrez, es que el sector audiovisual patrio atraviesa un muy buen momento, aunque Gómez defiende que, bajo su punto de vista, el sello español siempre ha sobresalido por su calidad: «Es verdad que ahora, gracias a las plataformas que nos han dado a conocer nivel internacional, se está valorando mucho más el cine español, pero yo creo que el cine español ha tenido mucha calidad siempre. En todos los países se hacen películas malas, mediocres y buenas, y que haya una mala no quiere decir que todas lo sean».

Sobre el papel clave que, como ella misma explica, ahora juegan las plataformas, la actriz se posiciona en contra del sector más purista del celuloide que en su día criticó el auge del streaming. Gómez defiende que, gracias a ella, muchos compañeros tienen trabajo, y no solo actores, sino otros profesionales que trabajan detrás de las cámaras: «Las plataformas nos están ayudando muchísimo. No puedo hablar mal de ellas, me dan de comer. No es que sean el futuro, son el presente. Recuerdo cuando empezaron a salir que mucha gente de la industria las criticaba y puso el grito en el cielo. Los distribuidores de cine decían que se iban a quedar sin trabajo, pero en general, las plataformas dan de comer a muchísima gente de la industria».
Ajena a las críticas
En las últimas semanas, Macarena Gómez ha protagonizado algunos titulares por razones que no tienen nada que ver con su trabajo. La actriz no se muerde la lengua y se rebela contra lo políticamente correcto y la esclavitud del qué dirán, una espontaneidad que más de una vez le ha costado unas cuantas críticas. Especialmente controvertidas fueron sus declaraciones sobre la oleada de denuncias de supuestos abusos a mujeres en el cine español, cuando señaló que estaba «muy en contra» de esta suerte de «Me Too» español porque «se hace daño a las carreras profesionales de muchos hombres porque se dicen cosas o se comentan sin haber pruebas ni haber acusaciones formales de por medio». Parte de la masa de las redes sociales no tardó en echársele encima y acusarle de «machista», un señalamiento que no le quita el sueño. «No me preocupo mucho de lo que digan de mí, la verdad. Yo sé cómo soy y la gente que me quiere también. Los míos me quieren, independientemente de lo que se diga o se deje de decir de mí, y con eso me quedo», recalca a este diario.
Una tranquilidad que le permitirá disfrutar al máximo de las vacaciones que tiene por delante, que aprovechará para pasar unos días en su tierra natal: «Me voy a Córdoba, a ver las procesiones, que me gustan mucho. Independientemente de si eres o no católico, visualmente es una obra de arte. La imaginería de la Semana Santa es espectacular». Cuando su agenda esté más despejada, tiene claros sus planes: «Me encantaría hacer muchos viajes, sobre todo a sitios que me gustaría visitar pero que no he podido por culpa de estas guerras continuas. Viajar me hace inmensamente feliz y es lo que más me llena en el mundo, después de trabajar».
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