
Marca
Matthew McConaughey y Camila Alves: el tequila que se bebe… sin pantalones
La pareja ha convertido su gesto viral -posar sin parte de abajo- en símbolo de marca. Y la industria ya toma nota: Pantalones es hoy la historia de marketing más divertida (y rentable) del tequila "de famoso"

Nadie esperaba que las grandes disrupciones del tequila premium vinieran en forma de memes elegantes, píxeles y piernas al aire. Y sin embargo: Matthew McConaughey (56) y Camila Alves (42) lo han conseguido.
Lo que empezó en octubre de 2023 como un vídeo en Instagram -ellos dos, en moto, en campo de agave… y sin pantalones- era publicidad. Afinada. Una semilla de insight. Un posicionamiento: "Pantalones" no es solo un nombre divertido. Es un concepto. Un talismán. Un tono. "No. El mundo no necesita otro tequila de famosos. Pero la industria SÍ necesita diversión", resumen en su web. Listo. Ese es el sentido. Y es perfecto.
Y mientras muchas marcas premium hacen solemnidad, barrica, silencio, pureza, narrativa de linaje… Matthew y Camila entran bailando croquet country sin parte de abajo (con mallas color piel, ojo, lo explican en su making-of). Y a la gente le hace gracia. O le inquieta. O ambas. Pero habla de ello.
Forbes lo definió hace unos meses como "el alma de la fiesta" de un segmento saturado. Los datos lo avalan: Pantalones se cuela entre los tres tequilas de 750 ml más vendidos en Total Wines, solo detrás de Don Julio y Casamigos. 100.000 cajas vendidas solo en 2024. Expansión a Canadá, UK y Australia. Premios: doble oro en San Francisco 2024.
Y ahí está la clave: detrás del tono gamberro y la foto inesperada, hay producto. Buen producto. Y estructura operativa. Camila se ocupa de números, logística, cadena de suministro. Matthew aporta idea, ADN, espíritu. Energía.
El código "sin pantalones" ya es tan reconocible que ni necesitan mostrar la botella. Basta la imagen: croquet, piscina, barbacoa, cortacésped… plano medio, jersey, botas, y la zona baja cubierta por pixel. Toda la audiencia sabe: esto es Pantalones.
Lo último: la foto aullándole a la luna llena del 5 de noviembre para presentar el nuevo cóctel, "Aullido de luna", versión tequila del Espresso Martini. Otra pieza pop perfecta para la rueda mediática.
Y luego, la guinda romántica que cierra todo con arco emocional hollywoodense: Matthew recuerda cómo conoció a Camila en 2006, recién salido de su relación con Penélope Cruz, ese primer Margarita improvisado -y su español "muy regular"- en un club de Sunset Boulevard. "Sigue siendo la única mujer para la que he querido hacer un Margarita", confiesa. Y sí: la historia completa, 19 años después, termina -o empieza- con un tequila llamado Pantalones.
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