
Se acabó el amor
Los planes truncados de Jessica Bueno y Luitingo: una ruptura inoportuna
La empresa de ella hacía aguas y tenía en mente otros proyectos para salir a flote, pero el fin de sus días con el cantante lo paraliza todo
Jessica Bueno quiso probar suerte con una vida más anónima en la que tan solo las redes sociales suponían una ventana abierta a su intimidad. Desde que saliese escaldada con todo aquello con Kiko Rivera, con el que tuvo un hijo, la modelo apostó por la discreción. Lo hizo al formar una nueva familia al lado de Jota Peleteiro, con el que finalmente no terminó de cuajar. Su matrimonio se fue al traste y, con ello, llegaron los reproches. Entre ellos, que el futbolista no estaba haciéndose cargo como debía de sus responsabilidades y que esto le había obligado a tener que regresar a la primera línea de fuego y trabajar. Así entró en ‘GH Vip’, donde conoció a Luitingo. Además de los aires frescos que llegaron a sus cuentas corrientes, también supuso todo un acierto conocer al cantante sevillano, con el que inició un idilio de cuento de hadas. Pero su historia de amor ha llegado a su fin, después de un tiempo entre rumores de crisis a los que no sabían ya cómo hacer frente.

Al final se han visto obligados a contar la verdad y reconocer el fracaso de su noviazgo. Así lo hacía ella a través de un comunicado: “No querríamos haber tenido que escribir estas palabras nunca, pero la vida es así. Hemos decidido tomar caminos por separados. Ha sido una historia de amor preciosa, que hizo que nuestros corazones volvieran a latir y nos sintiéramos vivos de nuevo. No ha podido ser, a pesar de que hemos luchado mucho para que funcionara, pero hay ocasiones en que el amor no puede con todo y las circunstancias que nos rodean nos han superado. A veces tenemos que tomar decisiones, aunque nos destroce el corazón y ser capaces de pensar en lo que es más sano para ambos. Continuaremos cada uno por caminos diferentes para cuidar de nosotros mismos, pero siempre teniendo presente el cariño que nos guardamos”. Expresaban amor, se intuye mucho dolor, pero han entendido necesario romper.
Toda ruptura deja colgando promesas que no llegarán a cumplirse, sueños que no se materializarán y proyectos en los que se estaba trabajando. Jessica Bueno y Luitingo también tenían planes de futuro en común. Más después de que él fuese el principal motivo para que la modelo abandonase Bilbao y regresase a su Sevilla natal. Lo hacía con las cuentas saneadas, después de la inyección de ingresos que supuso su paso por ‘GH Vip’, con uno de los cachés más altos de la edición. También por su renovada popularidad, que eso también se traduce en buenos resultados por la actividad publicitaria en redes sociales. El cantante no se quedó atrás y después de llegar a la final del reality, lo que le aseguró un maletín alternativo al premio, también ha gozado de buena fortuna como influencer, más allá de su creciente presencia sobre los escenarios, con nuevos fans atesorados gracias a su nueva fama.

Pero sus planes iban mucho más allá. Ella, además de coquetear con el modelaje y apostar de lleno como influencer, no descuidaba su faceta como madre. Aun así, se animó a levantar una empresa junto a su amiga Lorena Bermúdez de protocolo y organización de eventos. No les ha ido demasiado bien, pues tres años después de iniciar la aventura el negocio está cerrado a la espera de ser traspasado. Jessica Bueno no se quejaba, pues decía tener otros planes como empresaria de los que no podía hablar aún, pero que le mantenían con la ilusión bien alta. Quizá con su chico, ahora que habían instalado su felicidad en la capital hispalense. No ha podido ser, son muchos los planes truncados, no solo emocionales, también profesionales después de perfilar un futuro común que, al final, no podrá ser.
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