Entrevista
¿Qué fue de...? Mari Cruz Soriano: 50 años del debut de un icono televisivo
“Ahora, muchos llegan a la política sin un oficio ni conocimientos”
Vasca de nacimiento y española de corazón. Hace medio siglo una jovencísima Mari Cruz Soriano iniciaba su trayectoria profesional como comunicadora en Radio Popular de Bilbao. Pero el éxito le llegaría cinco años mas tarde al sustituir a Isabel Tenaille en el programa “Gente hoy” de TVE. Locutora, entrevistadora, presentadora de éxito, pianista, empresaria, hoy vive en Zaragoza casada con el ex político y juez Juan Alberto Belloch.
- ¿Qué queda en usted de la Mari Cruz primeriza?
- Todo, la misma ilusión, la misma energía, de esas dos cosas ando muy bien. Desgraciadamente, también conservo uno de mis grandes defectos, que es la impaciencia, porque como soy híper activa, todo me gusta rápido, tengo muchísima actividad mental y física. Me conservo bien, leo mucho, estudio, en fin, estoy hecha una jovencita… si se me mira por dentro. Me gustaría volver a la televisión con un programa de entrevistas muy dinámico
- ¿Qué sueños tenía la niña que pasó gran parte de su adolescencia en un internado?
- Con volar al sur. Nací en la localidad vasca de Portugalete, pero tenía muy claro que en el futuro me iría de allí. A los catorce años le dije a mi madre que no me quedaría en mi tierra, que mi sueño era trabajar en el sur, en Madrid. Ese era mi destino.
- “Gente hoy” le cambió la vida.
- Si, la reportera que llevaba un magnetófono colgado del hombro, en apenas tres meses se convirtió en una estrella de la tele. Ganaba mucho dinero y pude cumplir uno de los sueños de mi vida, comprarme un velero.
- La otra gran faceta de su vida. Es una gran pianista…
- Saqué algunos discos con temas de Antón García Abril, que era el padrino de mi primer marido, y mi elepé “La caja de música”, dio la vuelta al mundo, y se vendió muchísimos en los países del Este de Europa, sobre todo en Rusia. Yo firmaba discos a rusos de la embajada, y resulta que muchos fueron expulsados de España por espías.
- Sustituir en la COPE a la mítica Encarna Sánchez tras su fallecimiento debió ser un compromiso muy difícil.
- Sinceramente, no tendría que haber aceptado ese trabajo… éramos muy distintas, y cuando una ocupa el puesto de una mujer tan diferente y admirada crea una frustración. Fue un gran reto que al principio me fue muy bien. Empezaron a fallar las cosas, había mucha censura y vi que no encajaba allí. Porque soy una persona muy tolerante y abierta. No pregunto a nadie a quien vota o a que Dios reza…
- ¿Y a que Dios reza usted?
- Al del talento. Mira, no soy rezadora, no tengo la suerte de ser una persona religiosa, me entrego a las personas con talento y a la buena gente.
- ¿Qué recuerdo le queda de su matrimonio con José Luis Tirado, el padre de sus dos hijas?
- Muy dulce, cariñoso, apacible y sereno, era una persona familiar y cariñosa. Y de aquel matrimonio queda son hijas maravillosas. Una es doctora en Economía y la otra ingeniera.
- ¿Cómo conoció a su actual marido?
- Era tertuliano de mi programa en la COPE. Y poco a poco surgió entre nosotros el amor. Llevamos más de veinte años casados y no ha sido todo muy bonito, porque estar con un político tiene muchísimos inconvenientes, algunos de ellos son la calumnia, la maledicencia, los bulos…Pero es un hombre muy dinámico, cuando fue alcalde de Zaragoza le vi cambiar muy positivamente, y radicalmente, el paisaje de una ciudad. Le he visto trabajar con enorme esfuerzo y pasión.
- Juan Antonio es juez. Ahora, muchos llegan a la Política sin la menor preparación.
- Sin un oficio y sin conocimientos. Es una vergüenza, no puede ser que cualquiera se siente en un escaño del Congreso de los Diputados. En eso, yo sería inflexible. Dirigir el destino de la gente sin saber nada… Ya estamos viendo lo peligrosísimo que es.
- ¿Las discusiones matrimoniales por cuestiones ideológicas están presentes en su vida?
- No. Los dos somos muy sensatos, con los pies en la tierra, muy plurales.
- ¿Sintió el miedo hacia el terrorismo de ETA?
- Si, claro, cuando me fui a vivir con mi marido me traje a mis dos niñas y nos metíamos en un coche blindado, al que antes de subir se miraban los bajos por si acaso había una bomba.
- ¿Se considera una mujer fuerte?
- Si, la vida ha sido dura conmigo, he pasado tragos amargos, perdido personas a las que amaba, mi madre falleció hace unos meses, estuve años en un internado muy severo, la tensión que antes le contaba con el tema del terrorismo…
- ¿Dónde encuentra su mayor disfrute?
- En mi familia, en la gente, incluso en mis momentos de soledad. Soy muy fiestera, pero también necesito mis espacios de silencio.
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