
Entrevista
Rosario Bermudo: «Mis hermanos no quieren tener relación conmigo»
La hijastra de la duquesa Roja recibirá al fin el legado de su padre, aunque no se traducirá en un acercamiento familiar

Rosario Bermudo está un paso más cerca de recibir la millonaria herencia que le corresponde. La ecijana de 73 años fue reconocida en 2022 como hija de José Leoncio González de Gregorio y Martí, el marido de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia y conocida popularmente como la «duquesa roja», fruto de una relación extramatrimonial que el aristócrata mantuvo con una de las empleadas del servicio doméstico.
Desde entonces ha luchado en los tribunales por la parte del legado de su padre que le corresponde, un largo litigio que llegó a su fin el pasado 9 de octubre, cuando se celebró el juicio en Soria contra dos de sus hermanos, Pilar y Leoncio. Los otros dos, Javier y Gabriel, «cerraron el acuerdo y ya le han dado el dinero. Eso ya es inamovible», explicó su letrado, Fernando Osuna, a LA RAZÓN.
La sentencia de aquella última vista judicial ha sido favorable para Rosario Bermudo, aunque la mujer se muestra prudente y explica a este diario que todavía no hay nada seguro: «Hemos luchado mucho y al final parece que se ve el final, aunque todavía no hay nada seguro porque pueden recurrir». No se equivoca, aunque su abogado aclara que por más apelaciones que se interpongan, «no habrá ningún problema y mi cliente cobrará igual porque ejecutamos ya la sentencia. Hay mucho dinero en los bancos».
Sin cifra exacta
Sobre la cifra exacta que podría recibir Bermudo, esta asegura que todavía la desconoce: «Yo no quiero decir mucho todavía porque no se sabe. La gente dice que si me van a dar un millón, dos o tres, pero hablan sin saber porque no lo sé ni yo».

Más allá del importante asunto económico, Bermudo también clamó en su día por estrechar lazos con sus hermanos paternos. Quería establecer una relación cordial y fraternal, algo que ahora se le antoja imposible: «No he conseguido tener relación con mis hermanos ni creo que se consiga. Son ellos los que no quieren».
El pasado mes de mayo afloraron brotes de esperanza en este sentido cuando Bermudo y su hermano Gabriel se saludaron con un afectuoso abrazo a las puertas del juzgado en el que llegaron a un acuerdo. Sin embargo, el gesto no fue a más y a día de hoy la ecijana lamenta el olvido de parte de todos sus hermanos por parte de padre: «Con Gabriel he tenido contacto desde hace muchos años y parecía que era el que más me apreciaba, pero a la hora de la verdad no ha dicho ni hecho nada para apoyarme. Se ha quedado todo como antes».
Al menos, le queda su familia de siempre, con la que compartirá su nueva fortuna. Seis hermanos, hijos y nietos que sí le dan el cariño que los hijos de la «duquesa roja» le han negado.
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