Rosario Bermudo es hija del marido de «la duquesa roja»

Tras muchos años de lucha en los tribunales, finalmente, Rosario Bermudo (70 años) podrá acceder a la herencia de Leoncio González de Gregorio, marido de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, duquesa de Medina Sidonia –fallecida en marzo de 2008–, después de declarar firme el Tribunal Supremo la sentencia que la acreditó como hija de éste en 2022.

La sentencia rechaza el recurso presentado contra los acuerdos anteriores de la Audiencia Provincial de Madrid y del Juzgado de Primera Instancia número 77 de dicha comunidad, desestimando el recurso de apelación de los restantes hijos de Leoncio González de Gregorio, marido de la conocida como «la duquesa roja», tras las pruebas genéticas aportadas por la mujer al exhumarse el cadáver de su hasta entonces presunto padre, enterrado en Quintanar Redondo (Soria). Según el abogado de Rosario Bermudo, Fernando Osuna, «un detective logró ADN de uno de los hermanos, en concreto, de Leoncio, y se obtuvo un altísimo nivel de coincidencia, por lo que se instó a que todos los hermanos –Leoncio, Pilar y Gabriel– se sometieran a las pruebas de ADN para evitar exhumar el cuerpo del aristócrata. Ellos se negaron y se procedió a la exhumación legal. Se demostró que el ADN coincidía con el de Rosario Bermudo en un 99,99 por ciento, el máximo que se puede obtener».

Buena noticia

El Supremo desaprueba así la actitud de los hijos de Leoncio González de Gregorio, esposo de «la duquesa roja», porque «alegan el ejercicio antisocial del derecho por la parte actora, pese a su absoluta falta de colaboración a la realización de las pruebas biológicas de media hermandad con la actora, lo que obligó a la exhumación del cadáver del presunto progenitor, con la consiguiente dilación y encarecimiento del proceso».

Leoncio González de Gregorio fue miembro de una de las familias más aristocráticas de España con un linaje que se remonta al siglo XV. Las pruebas de ADN confirmaron que era el padre de la hija extramarital que tuvo con una mujer que trabajaba al servicio de la familia y cuya paternidad había reclamado ésta para exigir parte de la herencia. A partir de ahora Rosario Bermudo podrá utilizar el apellido de su padre y tener acceso a su millonario legado.

Según Osuna, «Rosario está muy feliz, aunque cansada de luchar, ya que ha sido un proceso que se ha prolongado durante nueve años debido a la lentitud de la Justicia y a los constantes recursos presentados por la otra parte. Además, ella está enferma y durante este tiempo ha perdido también a su marido, por lo que la sentencia supone para ella una buena noticia dentro de tanta tristeza y tantos problemas económicos con los que vive».

«La familia de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura podría seguir recurriendo, aunque la sentencia no cambiará. Es un caso clarísimo de filiación», añade el letrado.