Crónica
Los sábados de Lomana: Paco de Borbón y aquellos años felices en Londres
"La vida te hace reflexionar sobre su fugacidad. De todos los amigos que menciono en este texto, ya no queda ninguno"
Corría el año 1975. Londres estaba en plena ebullición cultural: la moda, la música, la vida más moderna y cool la marcaban ellos. Las calles estaban llenas de réplicas de David Bowie y su mujer Angie: todos maquillados y peinados como ellos, parecían clones. Londres era una ciudad libre, abierta, en la que no se hablaba de si uno era hombre o mujer. Cada quien se vestía como le daba la gana, sin necesidad de explicaciones ni etiquetas. No existía la retahíla actual de géneros; simplemente, se aceptaba lo que a cada uno le gustaba, sin cuestionamientos.
Vivíamos también la efervescencia del movimiento punk, que yo adoraba y que, sin duda, ha sido uno de los que más ha influido en la moda hasta nuestros días. Podías ir a cenar a Beauchamp Place, al restaurante San Lorenzo, y sentarte junto a los Rolling Stones y la bellísima Jerry Hall, novia de Mick Jagger y auténtico icono del momento, inmortalizada en las campañas de Opium, de Yves Saint Laurent.
La cantidad y variedad de personajes que se podían ver paseando por Chelsea o South Kensington era interminable. Aquella época fue, sencillamente, espectacular. Londres tenía ese «London swing» que, tristemente, ha desaparecido bajo nuevas influencias culturales.
¿Por qué esta introducción? Fue entonces cuando conocí a Francisco de Borbón (Paco Borbón), Duque de Sevilla y una persona extraordinaria. Estaba recién casado con su primera mujer, Beatriz von Hardenberg-Fürstenberg, madre de sus hijos. En ese momento, ella estaba embarazada de su hija mayor, Olivia, madre de mi ahijado Fernando, un niño al que adoro. La vida da muchas vueltas, y jamás imaginé entonces que algún día sería la madrina de su nieto.
Por aquel entonces existía un grupo de españoles de la jet set que vivía en Londres, la mayoría trabajando en bancos españoles. Éramos todos muy jóvenes y felices. Nos conocimos en Annabel’s, después de un cóctel en la casa que los March tenían en Belgravia. Allí también conocí a Alfonso Cortina, con quien salí brevemente. Como les digo, fue una época verdaderamente feliz.
Hoy escribo esta crónica con una enorme tristeza, por la repentina muerte de Paco de Borbón, apenas diez días después del fallecimiento de su hermano Alfonso. La vida te hace reflexionar sobre su fugacidad. De todos los amigos que menciono en este texto, ya no queda ninguno.
Beatriz von Hardenberg-Fürstenberg, quien fue la primera directora de «Vogue» España, falleció el 14 de marzo de 2020, justo un mes después de que su hija Cristina partiera al cielo. Alfonso Cortina murió a causa del Covid-19. Todos ellos fueron personas estupendas, valiosas y brillantes en sus respectivas trayectorias. El miércoles estuve en el tanatorio despidiendo al Duque de Sevilla y me emocionó ver una fotografía de aquellos años de juventud. Estaba guapísimo, como siempre, de la mano de su pequeña hija Cristina. Ayer se celebró su entierro en el cementerio de la Sacramental de San Justo. Muchos de sus amigos y su hijo Francisco llevaban la capa de la Orden de San Lázaro. Fue una ceremonia bella y profundamente emotiva. Querido Paco, descansa en paz. Siempre te recordaremos con mucho cariño.