Muy parcos en palabras
Tamara Falcó pasa un día triste mientras Íñigo Onieva la consuela desde lejos
En pleno huracán por los rumores de crisis matrimonial entre ellos, la marquesa de Griñón se ha puesto nostálgica. Su marido ha querido animarla como ha podido
Carlos Falcó fue una de las primeras víctimas famosas de la pandemia del coronavirus. El padre de Tamara Falcó perdía la vida el pasado 20 de marzo de 2020, una semana después de instaurarse el confinamiento obligatorio, a los 83 años. Este sábado 3 de febrero habría cumplido 87 años, una fecha marcada en el calendario personal de la marquesa de Griñón, que siempre tiene a su padre muy presentes. Y así lo ha vuelto a demostrar una vez más a través de su cuenta personal de Instagram, donde ha querido mandarle una felicitación directa al cielo para dejarle claro que no se olvida en ningún momento de lo especial que era para ella. Un mensaje que llega en momentos convulsos para ella, en plenos rumores de crisis en su matrimonio con Íñigo Onieva. Él también ha hecho acto de presencia hoy.
Aunque Tamara Falcó es una mujer de muchas palabras, siempre encuentra algo ingenioso que decir o una frase impactante con la que remover sentimientos en otros, esta vez ha sido austera. “Happy Birthday Papi”, se limitaba a escribir como acompañamiento a una fotografía en la que cedía todo su protagonismo a su padre. No ha querido añadir nada más. La emoción en un día tan señalado es clara y no desea explayarse. Quizá por no llamar demasiado la atención ahora que todas las miradas se han vuelto a centrar en ella y en Íñigo Onieva. Los rumores señalan a que estarían atravesando una supuesta crisis conyugal, algo avivado con el hecho de que han dormido incluso separados en medio de la tormenta.
Sea como fuere, Íñigo Onieva ha querido tener un gesto público con su mujer en un momento delicado emocionalmente para ella. Lo ha hecho aprovechando el sencillo pero cariñoso homenaje que Tamara Falcó ha realizado a su padre. En ese post, el marido de la marquesa de Griñón ha dejado un mensaje, igual de austero, que incluye tan solo un emoticono en forma de corazón rojo. Una acción que para unos viene a confirmar que entre ellos las cosas están bien, mientras que para otros confirmaría todo lo contrario y que han pasado esta fecha lejos el uno del otro. Por el momento ninguno quiere dar pábulo a las especulaciones que subrayan que entre ellos la cosa está convulsa y que la convivencia está suponiendo un reto mayúsculo.
Toda esta controversia nace a raíz de la discusión que protagonizaron en un conocido restaurante de Madrid ante numerosos testigos. Después de este encontronazo público, Íñigo Onieva hizo las maletas y se fue a esquiar a Baqueira Beret con sus amigos para evadirse ladera abajo, mientras que Tamara Falcó se refugió en su madre, Isabel Preysler, y su hermana Ana Boyer. Días más tarde, tras su regreso, él se enfrentó a las preguntas de los reporteros y aseguró que “estamos magníficamente”, pero lo decía muy serio y con una actitud distante poco común con él ante las cámaras. Después durmieron por separado y no se ha vuelto a saber de ellos, aún menos en común, hasta que él le ha dejado un corazón en la felicitación a Carlos Falcó por el que sería su 87 cumpleaños.
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