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Fallecimiento

La vida turbulenta de Rafael de Paula fuera de los ruedos: entre el duende y el tormento

Fue un artista como torero e indómito como hombre. Rafael de Paula, fallecido en Jerez a los 85 años, pagó caro su temperamento

Rafael de Paula, en imagen de archivo larazon

Los cronistas taurinos dicen de Rafael de Paula, fallecido este 2 de noviembre en Jerez de la Frontera a los 85 años, que fue el mejor capote de todos los tiempos, que bordaba las verónicas, que era una de las figuras más carismáticas del toreo contemporánea. La crónica social no le va a la zaga. Trasladaba su manera apasionada y singular de capear al toro a la vida fuera del ruedo.

FESTIVAL RAFAEL DE PAULA, CON JOSELITO Y MORANTE DE LA PUEBLA.LUIS SEVILLANO LA RAZÓN

Rafael Soto Moreno, su nombre de pila, nació el 11 de febrero de 1940 en Jerez de la Frontera y debutó el 9 de mayo de 1957 en Ronda, recibiendo la alternativa en esa misma plaza el 9 de septiembre de 1960 de manos de Julio Aparicio y con Antonio Ordóñez de testigo. Su confirmación en Las Ventas tuvo lugar en mayo de 1974, con el portuense José Luis Galloso como padrino.

Misterioso y sorpresivo

Era reservado e imprevisible. El escritor Felipe Benítez Reyes le definió como un hombre "misterioso y sorpresivo, es uno de esos pocos toreros que a lo largo de la historia han merecido el calificativo de artista". Inspiró "La música callada del toreo", de José Bergamín. Su primer apoderado, el Carnicerito de Málaga, un torero sin éxito, acabó convirtiéndose en su suegro al enamorarse de su hija, Marina Muñoz. Contrajeron matrimonio y tuvieron dos hijos.

Su historia de amor quedó empañada por una tragedia al más puro estilo lorquiano. Todo comenzó en el Casino, un lugar que solía frecuentar Marina. Allí conoció a Gómez Carrillo, un donjuán de unos 50 años, con quien entabló una amistad sospechosa. Entre dimes y diretes, la empleada del hogar de los Paula declaró que ella misma tuvo que actuar como tapadera en sus encuentros furtivos.

Ambos negaron cualquier infidelidad. “Mi conciencia está tranquila. Aquí hay un malentendido. Me siento profundamente calumniada, indignada. Me siento como maniatada...”, declaró Marina en una entrevista.

Para resolver el entuerto, Rafael contrató a un entrenador de gimnasio como detective. A partir de sus pesquisas, el supuesto amante acabó con una paliza y el torero fue detenido vestido de luces en la plaza de El Puerto. Cuatro años después se sentó en el banquillo acusado de ser el inductor de un intento de homicidio. Ingresó18 días en la cárcel en medio de una gran expectación. Luego vino el juicio, la condena de dos años y treinta días de cárcel y los recursos. Mientras, siguió toreando y forjando su leyenda como torero.

En 2012 protagonizó un sonoro desencuentro con su hijo Jesús Soto Moreno, durante la presentación de un libro dedicado a Rafael de Paula. En una salida de tono, criticó públicamente el libro de Jesús, considerándolo una "porquería" y desalentando a la gente a comprarlo. Este ambiente conflictivo se reflejó en ciertas polémicas familiares y públicas en los últimos años de la vida de Rafael de Paula, aunque finalmente le pidió perdón y el hijo no ha dejado de defender y preservar el recuerdo de su padre.

En los últimos, ha disfrutado de una vida más tranquila, dedicándose a actividades alrededor del mundo taurino y a su familia, sin desvincularse de su pasión por los toros.

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