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Luis López de Arriba: «La gente tiene ganas de que la sorprendas»

Luis López de Arriba: «La gente tiene ganas de que la sorprendas»
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–Teatro por capítulos en espacios no convencionales. ¿Por ejemplo?

–Antes, en una librería. Ahora, en una vieja tienda de ultramarinos. En el primer capítulo (hasta junio) utilizamos sus cinco dependencias.

–El teatro sale de los teatros. ¿Para salir de lo convencional?

–Y porque es difícil entrar en el circuito comercial, sobre todo cuando haces cosas no habituales. Si ahora no le echamos imaginación...

–¿El teatro en serie, por capítulos, es una idea original o también viene de los griegos?

–Casi todo está inventado. Tiene relación con las novelas por entregas, las series de televisión...

–¿Qué es hoy verdaderamente original?

–Hacer las cosas bien, ser honesto, no engañarse a sí mismo.

–Dalí decía que lo único que no pasará de moda es el exceso...

–Es así. Yo soy bastante excesivo. Sin exceso no hay arte.

–¿Y es tan original que no busca el éxito?

–El éxito es inexplicable e impredecible. Y tiene un significado distinto para cada uno. Para mí es hacer lo que me gusta.

–Leo en su página de Facebook: «Es tiempo de vivir cosas nuevas».

–La gente tiene ganas de que la sorprendas. Crece la cultura de lo alternativo. El exceso de información lo hace todo cansino.

–¿Ve algo nuevo en estos tiempos que vivimos?

–Quizá la tecnología, pero no sé si en el fondo aporta algo nuevo.

–¿Qué originalidad le gustaría ver en la campaña electoral?

–Que no hubiera campaña, que se gastara ese dinero en otras cosas.

–¿Y en las redes?

–Más verdad. La palabra amigo la han destrozado. Hay quien cree que de verdad tiene muchos amigos porque los tiene en Facebook.

–Estamos intoxicados de comodidad, ¿no?

–Estamos sedados por la comodidad, por el miedo a perder lo que tenemos.

–¿Sería original que el Estado pusiera la corrupción al alcance de todos?

–Ja, ja, ja. La verdad es que uno no sabe si es corrupto o no hasta que se le presenta la ocasión de llevárselo.

–«Virgencita, no te pido que me des, pero ponme donde haya» (oración de un peladito mexicano).